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Fui despertada de la forma más gentil y amble que alguien pueda ser despertada. El agua atravesó la tela que cubría mi rostro complicando el que respirará, abrí la boca y dejé de respirar por la nariz, ya que mi hermano muchas veces me puso en situaciones similares para que mi cuerpo no reaccionase con miedo y pánico, y fuera más propensa a sobrevivir que a morir. Empecé a tragar- claramente no apropósito -el agua sucia, pero el aire ya empezaba a entrar de nuevo en mi sistema.
Cuando pararon de "torturarme", me sacaron el saco de encima, siendo recibida con una habitación completamente a oscuras, y la única fuente de luz venía del foco que colgaba encima de mi cabeza. Miré mi alrededor encontrándome con tres siluetas, una sosteniendo un bote y el saco empapado, y las otras dos eran siluetas femeninas, achique los ojos para intentar descifrar quienes eran, pero no sirvió.
Me encontraba sentada en el suelo, recargada en la pared, encadenada por los tobillos y esposada.
Solté un resoplido.
- Si van a empezar con sus torturas háganlo de una buena vez, que me estoy empezando a aburrir- dije mirando a la chica más alta, escuché un ruidito de indignación, después una risa y al final el gruñido desconforme de el único hombre presente.
- Nosotras nos encargamos, Jayce- solté una risa al percatarme de quienes se trataban.
- ¡Pero si es la vigilante más temida de Piltover, y nuestra bellísima traidora!- grité con claro enfado y burla.
La peli rosa se me acerco con brusquedad, pero no tenía una mirada de odio o enojo, como lo esperaba, sino su rostro estaba pintado en culpa, y hasta diría en arrepentimiento. Pero eso no cambiaba el hecho de que estuviera ayudando a quien en un principio iba a destrozar.
- Facilita las cosas tomándotelas con la gravedad que tienen- no sonó como un regaño sino como una súplica a lo que sonreí aún más.
Me acerque a su rostro desconcertándola.
- Para la próxima no digas promesas que no vas a cumplir- iba a responderme, pero la peli azul la tomo por el hombro, alejándola de mí.
- Te recomiendo, si no te quieres terminar arrepintiendo, que cooperes
Guarde silencio, Caitlyn no me caía mal, sus intenciones son buenas y lo tengo muy en claro, pero el problema recae en que ella no escucha, bueno, no me escucha, simplemente desconfía y piensa en frío olvidándose que con quien habla también es un humano, así que por eso decidí no replicar y simplemente dejarla con sus propias ideas, para mí, la forma más eficaz de mentirle a alguien.
- Bien, será por las malas- intenté que no se viera mi duda al escuchar su tono de voz, como de pena.
Intente ver atreves de la oscuridad al ver como ambas caminaban hacía la misma dirección. Cuando escuché una puerta ser abierta me altere, esperando un arma o algo por el estilo, pero lo que me dejo con la sangre hirviendo fue escuchar el rodar de una silla de ruedas. Miré hacía la dirección de Vi, sin poder contenerme más.
