⌦ 𝙅𝙞𝙣𝙭

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ᴺᴼᵂ ᴾᴸᴬᵞᴵᴺᴳ : Sʟᴏᴡ Dᴏᴡɴ ᵇʸ ᶜʰᵃˢᵉ ᵃᵗˡᵃⁿᵗⁱᶜ

Una científica y una criminal, trabajando para la policía de Piltover, claro, sin que realmente el departamento de policía o la academia lo supieran, y obvio que hay alguien, de hecho, dos personas que saben y fueron las encargadas de plantearles ...

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Una científica y una criminal, trabajando para la policía de Piltover, claro, sin que realmente el departamento de policía o la academia lo supieran, y obvio que hay alguien, de hecho, dos personas que saben y fueron las encargadas de plantearles el trato.

Ambas se conocían, y por esto mismo Caitlyn y Vi no las dejaban verse, sólo si era importante, pero si no, las mantenían en sectores separados.

Su lugar de trabajo era una fábrica abandonada por los Suburbios, dejando a ambas en alas opuestas y encerradas, sólo era posible cerrar y abrir por fuera. En un principio ambas no estuvieron para nada de acuerdo y estuvieron por declinar la oferta, pero los beneficios eran la gran recompensa, cosas que ambas habían anhelado, pero que no realmente creían iban a conseguir.

Claro, Lynn ni Jinx se confiaron de a primeras y estaban optando por no aceptar, hasta que ambas vigilantes lograron llegar a un trato, teniendo de por medio la palabra de un canciller; Jayce Talis, para gusto de ambas criminales el hombre era medio idiota y no tan listo como lo pintaban en las noticias, ya que confió plenamente en la palabra de ambas y ni se lo cuestiono, sólo firmo el permiso y ya.

Lynn se sacó los guantes y los lentes dejando ver las ojeras marcadas y rojizas debajo de sus ojos. Salió del laboratorio, permitiéndose respirar decentemente, sin tener que usar ese tedioso e incómodo cubrebocas, completamente prefería el suyo, pero se lo habían confiscado, al igual que varias de sus armas.

Se dejo deslizar por la pared, soltando un resoplido de aburrimiento. Había estado trabajando casi por 49 horas en crear las bombas que tenía que haber tenido hace más de 24 horas atrás. Se restregó la cara con frustración sin poder creer que realmente se estuviera desconcentrando por la otra.

Soltó una risita baja, burlándose de su estado tan deplorable para su parecer. Se estaba empezando a quedar dormida, cuando la estruendosa alarma indicativa de que habían abierto su celda, perdón, corrijo, su laboratorio la despabilo. Recargo la cabeza en la pared, prestando completa atención a la esquina izquierda en donde había una cámara, una repentina ira la hizo temblar.

Regreso a su posición anterior, escondiendo su rostro entre sus rodillas. Escuchó pasos acercándose hacía ella, a lo que se estaba intentando relajar concentrándose en su respiración.

— ¿Lograste terminarlas?— la peli rosa fue la primera en hablar, Lynn negó con la cabeza sin despegarla de sus rodillas.

Escuchó un suspiro por parte de la otra, a lo que se iba a quejar, pero antes de que pudiera siquiera levantar la cabeza la otra ya estaba hablando, y no específicamente a ella.

— Tampoco ha terminado. Tan eficientes como decían ser no son— la científica se terminó riendo por el último comentario.

— Créeme que si nos dejaran hacerlo a nuestra manera hubiéramos acabado la misma noche en que nos contaron la siguiente jugada, pero bueno... no todo se puede en esta vida— dijo seriamente la criminal, mientras se perfilaba para ver a la recién llegada, la cual la observaba con detenimiento, como si estuviera analizando sus palabras.

— Fue lo mismo que dijo ella, pero de una forma más...— dejo la oración en el aire haciendo una mueca de desconformidad al no saber cómo describir lo que quería expresar.

— Irascible— la ayudo la otra sin problema alguno, como si le hubiera leído la mente, la oficial asintió con la cabeza.

Hubo un silencio en el cual Lynn estaba por quedarse dormida si no hubiera sido por el leve empujón que recibió en el brazo. No abrió los ojos, pero si frunció el ceño, disgustada ante esa acción sin cuidado. Como Violet no recibió lo que quería termino por llamarla.

— Lynn, levántate, iras a ver a tu noviecita— se burló. Lynn por su parte abrió los ojos expresando su disgusto por la situación— Bien, dime con que cargar para que terminen, sólo les quedan dos horas.

Una punzada en el ojo la hizo parar por unos segundos, pero después se recompuso sin darle el permiso a la peli rosa de preguntar si se encontraba bien.  

  

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Las puertas fueron abiertas haciendo un ruido desagradable para los oídos de todas.

Jinx levanto la cabeza con emoción, como si se tratara de un perrito esperando por su dueño. Cuando las puertas se abrieron por completo la de pelo celeste se abalanzo contra la de bata desgastada, Lynn por su parte casi tira todo lo que traía, pero poco le importo.

— Las detesto, realmente lo hago— susurro la más baja con sus labios pegados al lóbulo de la oreja de la otra.

— Ni que lo dudes— aseguro la otra mientras recostaba su mejilla sobre la cabellera de Jinx.

— Bueno, bueno, mucha cursilería, ya fue suficiente, a trabajar— interrumpió Vi, mientras colocaba cada mano sobre un hombro de las otras dos.

Jinx la miró con las cejas levemente fruncida y con un claro mohín de labios, pero no dijo o hizo nada más.

— Si necesitan algo, lo que sea, sólo llámennos— habló Caitlyn por primera vez en todo lo que iba de ese tiempo.

Lynn asintió ante sus palabras, y con eso la más alta se llevó a su compañera, dejando a las otras dos solas.

La de trenzas tomó todo lo que tenía en brazos, dejándolo sobre un escritorio sucio e inestable. Se volteo, ya teniendo a la otra detrás de ella, una sonrisa fue escalando en ambas, hasta que las mejillas de Jinx dolieron. Mordió su labio intentando controlar sus impulsos.

Llevaban un buen tiempo sin verse, y su último encuentro termino con ellas, desnudas, en el departamento de la más alta, con una cruda de los mil demonios.

La de cabellos ondulados se acercó a la otra por la cintura, a lo que Jinx ya no se pudo contener más y rodeo con sus delgados brazos el cuello ajeno. Se empino, estampando sus labios contra los otros, recibiendo una media sonrisa por parte de la otra. Lynn las encamino hasta otro escritorio, recargando ambas de sus manos en las caderas de la otra, el beso cada vez subía de velocidad y de intensidad, sentía la desesperación que tenía por más, pero no había escalado a más que el beso.

Jinx se separó de la otra con pesar, tomándola por las mejillas, recibiendo como respuesta una sonrisa de burla, a lo que se volvió a inclinar para juntar sus labios, pero Lynn la detuvo, tomándola por el mentón, y sin hacerla esperar, dirigió su mirada hacía la esquina en diagonal a ellas, Jinx frunció las cejas y soltó un resoplido.

— Terminemos con esto y vayamos a festejar— pidió en un murmuro mientras se volvía a verla— Y como se debe— dijo con una sonrisa amplia, la castaña rio y asintió con la cabeza.

— Lo prometo 




ᵎ⌇*ೃ✧ 𝗯𝘆 𝗏𝖾𝗋𝖺ˊ-

𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 | 𝘈𝘳𝘤𝘢𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora