El silencio de la locura

Capitulo 14

—Daniela—. Dijo Danna entrando a mi habitación. —Recoge tus cosas, han venido a recogerte.

Cuándo me dijo que una mujer de pelo negro y muy alta había venido para poder hacerse cargo de mí, supe que estaba hablando de Tathania Morgan.

Me dirigí hacia la puerta con mi maleta que ya tenía preparada desde hacía unos días, y me despedí de Aisha.

—Buena suerte, rubita.

—Buena suerte, Aisha.

Danna me acompañó al parking, y, cuándo ya estuvimos frente a Tathania, me abrazó con fuerza y se despidió de mí para volver dentro.

—Hola, señora Morgan.

—Puedes llamarme Tathania, cielo—. Me sonrió y me dejó subir a su coche.

—Gracias por hacer esto.

—No me las des a mí—. La miré confusa y nos adentramos en la carretera.

***

—Daniela—. Me recibió Dylan dándome un abrazo nada más entrar por la puerta.

—Dylan—. Detrás suyo pude ver a Chris junto a su padre.

—Bienvenida, Daniela—. Me sonrió Deméter.

—Muchas gracias, señor Morgan.

—Deméter.

Asentí y Dylan se ofreció para enseñarme mi habitación. Él subió con mi maleta y yo le seguí insistiendo que podía llevarla yo. Abrió una puerta, revelando una muy bonita habitación, con paredes pintadas de beige y mucha luz que entraba por la ventana, y dejó mi maleta junto a la cama.

—Gracias.

—No es nada—. Se acercó a mí y me puso un mechón de pelo detrás de la oreja. —Me alegro de volver a verte, belleza—. Una dulce sonrisa se dibujó en sus labios, y automáticamente yo me sonrojé.

Sin pensarlo, me acerqué un poco más a él, nuestros labios casi se rozaban, y al ver que no retrocedía, le besé. Él me lo respondió con suavidad y cariño. Pero nuestro momento no duró mucho, porque ambos nos separamos rápidamente al escuchar como alguien carraspeó su garganta desde la puerta. Ahí estaba Chris, apoyado al marco de la puerta de brazos cruzados y con su típica sonrisa pícara..

—Yo también me alegro de volver a verte, meine Königin.

"Esto no va a acabar bien".