En nuestro camino a casa,Wonyoung se detieney recoge moras junto al Lago de Máscaras. Me siento en unaroca a la luz de la luna y deliberadamente no miro al agua. El lagono refleja tu propia cara; te muestra a alguien más que lo ha visto o lo mirará. Cuando era pequeño, solía sentarme en la orilla todo el día, mirando los rostros de las hadas en lugar de los míos, con la esperanza de que algún día pudiera ver a mi madre mirándome.
Eventualmente, duele demasiado intentarlo.
—¿Vas a dejar el torneo? —pregunta Wonyoung, metiéndose un puñado de bayas en la boca. Somos niños hambrientos. Ya somos más altos que Ten.
Abro mi canasta y saco una ciruela sucia, limpiándola en mi camisa.
Todavía es más o menos comestible. La como lentamente, pensando.
—¿Te refieres a Yoon Oh y su Corte de Idiotas?
Ella frunce el ceño con una expresión como la que podría hacer si estuviera siendo particularmente terco.
—¿Sabes cómo nos llaman? —exige— El Círculo de Gusanos.
Lanzo la semilla al agua, viendo las ondas destruir la posibilidad de cualquier reflejo. Mi labio se curva.
—Estás tirando basura en un lago mágico —me dice.
—Se pudrirá —le digo— Y nosotros también lo haremos. Ellos tienen razón. Somos el Círculo de Gusanos. Somos mortales. No tenemos por qué esperar para que nos dejen hacer las cosas que queremos. No me importa si no les gusta mi participación en el torneo. Una vez que me convierta en un caballero, estaré fuera de su alcance.
—¿Crees que Madok va a permitir eso? —pregunta Wonyoung, dejando el arbusto después de que las zarzas hacen que le sangren los dedos—¿Responderle a alguien que no sea él?
—¿Para qué más nos ha estado entrenando? —pregunto. Sin decir palabra, caminamos juntos, dirigiéndonos a casa.
—Yo no—Niega con la cabeza— Me voy a enamorar. Me sorprendo riendo.
—Entonces, ¿lo acabas de decidir? No pensé que funcionara así. Pensé que se suponía que el amor sucedería cuando menos lo esperabas, como una zapa a la cabeza.
—Bueno, lo he decidido —dice ella. Considero mencionar su última decisión nefasta, la de divertirnos en la fiesta, pero eso solo la molestará. En cambio, trato de imaginar a alguien de quien pueda enamorarse. Tal vez sea un tritón, y él le dará el don de respirar bajo el agua y una corona de perlas y la llevará a su cama bajo el mar.
En realidad, eso suena increíble. Tal vez estoy tomando todas las decisiones equivocadas.
—¿Cuánto te gusta nadar? —pregunto.
—¿Qué? —pregunta ella.
—Nada —digo.
Ella, sospechando algún tipo de burla, me da un codazo en el costado.
Nos dirigimos al Bosque Torcido, con sus troncos doblados, ya que el Milkwood es peligroso por la noche. Tenemos que detenernos para dejar pasar a algunos hombres raíz, por temor a que nos pisen si no nos mantenemos fuera de su camino. El musgo les cubre los hombros y se arrastra por sus mejillas. El viento silba a través de sus costillas.
Hacen una hermosa y solemne procesión.
—Si estás tan seguro que Madok te va a dar permiso, ¿por qué no le has preguntado todavía? —susurra Wonyoung— El torneo está a solo tres días.
Cualquiera puede pelear en el Torneo de Verano, pero si quiero ser un caballero, debo declarar mi candidatura usando una faja verde en mi pecho. Y si Madok no me permite eso, entonces ninguna cantidad de habilidad me ayudará. No seré candidato y no seré elegido.