─ Takashi se deja llevar por los efectos del alcohol sin pensar en las consecuencias las cuales no solo le van a durar nueve meses si no el resto de su vida. Un pequeño bebé en touman ¿podrá ser capaz de resolver todos los enigmas que hubo en su inf...
"And I've heard of a love that comes once in a lifetime and i'm pretty sure that you are that love of mine"
— dandelions | ruth b.
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Kokonoi estaba haciendo de comer en la gran cocina de su casa. Era temprano en la mañana así que estaba haciendo el desayuno para sus hijos y esposo, estaba tranquilo hasta que sintió las grandes manos de este último rodearlo por la cintura por lo que soltó una risita.— ¿Que estas haciendo, amor mio? – la voz de kakucho cuando apenas despertaba era demasiado para el débil corazón de hajime, pues se volvía más ronca y levemente perezosa.
— ¿Que crees que estoy haciendo en la cocina a estas horas, tonto? – dijo con cierta ironía aunque la respuesta de kakucho fue abrazarlo con más fuerza.— No te enojes, gruñoncito..– susurró al oído contrario para después dejar besos en el cuello y hombro de su esposo, hajime soltó un suspiro.
— Kaku.. no hagas eso..– murmuró un poco agitado provocando la risa contraria aún siguiendo con los besos.— Amor es muy temprano, además tengo que hacer esto aquí.. takeshi tiene que ir a la escuela, tu ve a despertar a dai, si? – el alto suspiro y se fue a regañadientes a la habitación de su hijo más pequeño.
— Buenos días papá..– habló un joven alto de cabello negro quien dejó un beso en la mejilla de hajime y luego se sentó en la mesa.— Take, ese pantalón tiene rajaduras – habló el peliblanco señalando los jeans de su hijo quien suspiro con cansancio, se lo decía todos los días.— Es lo que se usa ahora, papá..– se defendio su hijo tomando un poco del jugo que hajime había preparado.— En mi época llevar ropa así te hacía automáticamente un vagabundo – habló el ojinegro mientras su hijo rodaba los ojos.— No me quiero imaginar cuando dai crezca, los adolescentes van a salir desnudos a la calle – añadio con tono de señora, takeshi rio por lo bajo.
Un rato después kakucho apareció con un pequeño bebé en brazos, dai tenía los ojos color rubí al igual que su padre y su cabello era negro con ondas, también tenia hoyuelos y era usualmente muy calmado, estaba un poco adormilado todavía.— Buenos días pa y buenos dias a mi hermanito también – dijo ojimiel con una sonrisa dejando besitos en las redonditas mejillas del niño.— Y para mi no hay beso? – cuestionó hitto un tanto indignado a lo que takeshi sonrió dejando un beso en la mejilla de su padre.— Claro que si papá
— Cariño, no te pongas celoso de tu propio hijo – regaño hajime dejando el ultimo plato en la mesa para después sentarse junto con los demás.— No lo estaría si mi hijo no quisiera a ni otro hijo más que a mi – respondió con tono de niño berrinchudo, hajime sonrió y dejo un beso en la mejilla de su esposo quien se sonrojo un poco.
El desayuno fue normal como siempre, kakucho dándole de comer al bebé pues apenas tenias dos años y no sabía hacerlo solo mientras que hajime escuchaba con atención todo lo que takeshi le contaba.— Hoy es 4 de julio, papá..– dijo de repente el ojimiel captando la atención de sus padres.— Ya pasaron doce años desde el incendio – los ojos de hajime se llenaron de lágrimas sin saber porque y de repente todo a su alrededor estaba en llamas, se encontraba completamente solo ahora, solo escuchaba gritos de ayuda y entonces.. despertó.— ¡Take! – exclamó con la respiración agitada, su cabeza dolía mucho y más ahora con el repentino movimiento. Estaba en el hospital.
