─ Takashi se deja llevar por los efectos del alcohol sin pensar en las consecuencias las cuales no solo le van a durar nueve meses si no el resto de su vida. Un pequeño bebé en touman ¿podrá ser capaz de resolver todos los enigmas que hubo en su inf...
"Déjame que vuelva a acariciar tu pelo, déjame que funda tu pecho en mi pecho.. volveré a pintar de colores el cielo para que olvides de una vez el mundo entero"
— donde esta el amor? | pablo alboran.
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Sanzu caminaba de manera cansada por los pasillos de la mansión, los chicos habían salido sin él y no lo habían dejado ir porque no querían que takeshi se quedará solo en casa o algo asi. No recordaba bien, no estaba prestando atención pero de lo que estaba seguro es que los cuatro lo matarían si no se disculpaba pronto con él menor.— Oh, señor sanzu.. me asustó – dijo mary quién limpiaba distraída con su plumero.— Sabes donde puedo encontrar a takeshi? – le preguntó sin más.
— Por supuesto, señor.. esta en el jardín – respondió respetuosamente a lo que sanzu asintió y se encaminó al jardín. Ahi pudo ver al menor recostado bajo un árbol que le daba sombra por lo que fue y se recostó a su lado.— Puedo hablar contigo? – takeshi abrió sus ojos al oír esa voz, estaba tan relajado que no se había dado cuenta de la llegada del pelirosa.— Claro señor, digame – murmuró en lo que se incorporaba para poder mirar al mayor.
Sanzu copió su acción por lo que sus ojos se encontraron un momento.— Creo que.. mereces una disculpa por lo que paso, juro que no estaba consciente – el menor agachó la cabeza ante las palabras ajenas.— Se que eso no es una excusa, lo siento.. realmente yo jamás sería capaz de hacerte daño. Esta bien, admito que soy un asesino y una mala persona, pero jamás te haría daño a ti porque estuve todos estos años extrañandote y dios santo, estoy tan feliz de tenerte frente a mi
El menor se le quedó viendo totalmente extrañado.— Me extrañabas ¿como es eso? – preguntó con curiosidad, sanzu intentó restarle importancia pero finalmente sacó su teléfono para sacarle la funda, detrás había una fotografía la cuál le entregó a takeshi. Se podía ver a un joven sanzu con su cabello blanco y aquel cubrebocas mientras sostenía al pequeño takeshi, ambos se miraban con mucha admiración en esa foto.
— Oh pero mira ¿este soy yo? y él..? – decía con asombro sin embargo quedó pensando al ver a sanzu, sabía que lo había visto antes en alguna parte de las fotos de la touman pero no recordaba bien.— Soy yo.. solo que más idiota – murmuró con una sonrisita, takeshi sonrió al darse cuenta.— ¿Por que usabas cubrebocas? ¿Estabas enfermo?
El pelirosa negó ante la pregunta.— Los niños pueden ser crueles a veces y eso causa inseguridades en la adolescencia, ya sabes.. a esa edad siempre quieres ser el mejor y tener muchos amigos – dijo bajando la cabeza mientras sonreía con tristeza, el menor rápidamente supo que se trataba por sus cicatrices.— Entonces somos dos..– le dijo con una sonrisa mientras ponia su mano en el hombro ajeno en forma de apoyo.
