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Eren despertó aquella mañana más feliz que de costumbre y es que aquel día había despertado con _____ entre sus brazos

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Eren despertó aquella mañana más feliz que de costumbre y es que aquel día había despertado con _____ entre sus brazos.

La chica todavía no despertaba, pero se veía tan hermosa ahí dormida, sus ojos cerrados dejaban ver sus hermosas pestañas, su cabello revuelto la hacía lucir tan preciosa y su boca levemente abierta la hacía lucir demasiado tierna.

Sí, se estaba arrepintiendo demasiado de todo lo que había hecho.

La lastimo demasiado sin darse cuenta y no se lo perdonaría, pero ahora solo le quedaba lograr remediar todo lo que había hecho y quedarse a su lado por todo el tiempo que fuera posible.

Porque ahora daría lo que fuera por verla feliz.

—Hola —Murmuro la chica después de unos minutos, abriendo poco a poco los ojos y sonriéndole levemente al contrario.

—Hola preciosa —Contesto el castaño, retirando el cabello de la chica de su cara y acariciándola en el proceso.

—¿No es tarde? Debo de ir a la florería —Eren miro el reloj que se encontraba en la mesita de noche y miro que faltaba poco para que tuviera que ir.

—No creo que sea buena idea, que vayas, cariño —La pelinegra lo entendía completamente, ella no tenía el ánimo suficiente para ir.

¿Qué haría si volvía a ir aquel chico?

—Créeme que yo tampoco quiero ir, pero no me queda de otra. No puedo dejar a mi abuela con todo el trabajo —El Jaeger suspiro, sabía que era cierto, pero odiaba la idea de que el idiota la buscará de nuevo.

—Maldición, odio que justo en estos momentos tengo que ir a la empresa, si no te acompañaría —La chica soltó una risa de diversión—. ¿Qué? ¿Te doy risa, tonta?

Pregunto esto último Eren mientras le hacía un par de cosquillas a la contraria, está soltó aún más carcajadas.

—Es que Eren literalmente ibas a la empresa cada que querías, antes no ibas en semanas y ahora tienes que ir si o si porque pronto va a ser tuya —El mencionado rodó los ojos.

—Lo sé, no me lo recuerdes, si pudiera se la daría a Zeke —Zeke era el medio hermano del castaño, pero este ya era mayor y se encontraba siendo un médico muy exitoso, cosa que el mismo había dicho que no dejaría por una empresa donde no trabajaría en lo que le apasionaba.

Cuánto deseaba Eren que a él también lo hubieran dejado ele, pero su padre no se lo había permitido y ahí estaba, a punto de tener una empresa en la que ni siquiera recordaba bien que hacían.

¿Era de informática? ¿Vendían algo? ¿Qué hacían?

—Ojalá también hubieras podido escoger lo que querías hacer —El castaño asintió suspirando.

—Pero dejemos de hablar de eso, le diré a los chicos que si pueden venir a verte, para que estés más segura, ¿si? —_____ asintió y depósito un beso en los labios de Eren.

Record || Eren JaegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora