Distrito Rojo ~Dream Smp X Lectora~

Cap. 13

Gracias a todos por tremendo apoyo que le están dando a la historia, sobre todo a QuackitynistaD3 por ponerle nombre a la rayis, que desde ahora se va a llamar Sam, Sammy para los panas, sin más que decir, comenzamos...

- vamos Drista, mamá nos espera- un rubio de yukata verde cargaba una cubeta de madera llena de agua, mientras que la menor cargaba varios listones de seda.

Ambos caminaban por un pequeño pueblo polvoso y lleno de familias que solo compartían chismes de otras. Pasaron por varias casas, en todas habían dos o tres mujeres viendo al niño y comparándolo con su hermana, quien muchas veces había querido ser convencida de vivir con ellas debido a su gracia y su hermoso cabello rubio.

Llegaron a la casa de su madre, apartada de las demás casas, en un pequeño bosque al lado.

Un pequeño Dream y su hermana de 6 años, Drista, abrieron la puerta y encontraron a su madre, cosiendo un vestido rojo y uno verde, ambos hechos de una seda tan fina que parecía que brillaba con la luz.

- ¡niños!, Deja los listones ahí, Drista. Tengo que entregar estos vestidos antes de el anochecer, Dream ¿puedes hacerle de comer a tu hermana? Con el dinero que consiga por fin saldremos de este mugroso pueblo, lo prometo.

La mujer se levantó sin mirarlos para ir al otro extremo de la habitación y sacar una aguja y un hilo dorado.

- sí, vamos Drista-
Dream miró mal a su madre y tomó de la mano a su hermana pequeña para llevarla a la cocina.

Las horas pasaron y Dream y Drista jugaban en el patio, cuando el sol cayó comenzaron a escuchar voces y ruidos en la casa, Dream calmó a su hermana y caminó a la ventana, por donde vio a un hombre hablando con su madre...

- que bueno que ya estan listos, mi hija y mi esposa estarán muy agradecidas...

- muchas gracias a usted señor, pero ¿podría pagarme? No es que sea grosera, pero mis hijos necesitan comida y...

A Dream no le daba buena espina ese hombre, se tambaleaba y parecía cansado, con ojeras y la barba mal afeitada, sus ojos estaban rojos y en su mano tenía una botella... Una botella de sake... Dream comprendió, ese hombre estaba borracho. El niño intentaba abrir la fea y desgastada puerta, mientras adentro se llevaba a cabo una discusión por el pago de los vestidos.

Drista jalaba el yukata de su hermano mayor, mientras este golpeaba la puerta intentando abrir, de pronto se escuchó lo que más temían ambos niños, un golpe.

Dream abrió la puerta de golpe, su madre lloraba en el piso mientras ese hombre la veía con desprecio y los vestidos en la mano, Dream corrió hacia aquel desconocido para atacarlo con sus débiles puños, pero no sirvió de nada, él lo aventó hacia una pared, Drista miraba asustada desde la puerta, el hombre comenzó a golpear a su madre mientras el niño se recuperaba de aquel golpe.

-¡Drista! ¡Las tijeras de mamá! - Dream gritó a su hermanita para que ayudara a su madre con sus propias tijeras, pero ella estaba tan asustada y apenas podía alcanzar a ver algo por la poca luz que entraba que se quedó paralizada en ese rincón.

Lastima que aquel hombre escuchó las palabras de Dream, se aproximó a la niña y la tomó por el cabello, Dream corrió a auxiliarla mientras su madre se retorcía, el hombre la dejó caer y comenzó a patearla como si de un saco de papas se tratara.

El rubio jalaba el yukata del hombre rogándole para que parara, su madre se levantó, tomó sus tijeras, apartó al niño y se las clavó en la espalda al más viejo, este soltó un grito, golpeó a su madre de vuelta y dejó tirado a Dream. Cuando el hombre volvió a mirar a Drista, este murmuró algo...

- ¿S-Sam? Mi niña... ¡Mi niña! - el hombre se arrodilló y comenzó a acariciar el cabello de Drista, que estaba inconsciente. De pronto, cuando Dream menos se lo esperaba, este tomó los vestidos y se paró totalmente serio, caminó hacia la puerta y la abrió, volteó a ver a Dream y salió sin decir nada.

Dream corrió hacia su hermana, la abrazó con delicadeza y la llevó con su madre, que ya había despertado.

Drista, sin embargo, no despertaba, su frágil cuerpo no podía soportar más, Dream la cargó y corrió al pueblo, no había nadie, todos les cerraban las puertas o los ignoraban, pero Dream seguía corriendo, intentando encontrar ayuda, cuando no pudo correr más se sentó en un callejón y comenzó a llorar frente al cuerpo inerte de su hermana.

-¿necesitas ayuda? - un encapuchado al que le sobresalían dos cuernos le habló, Dream apenas veía su cara, pero no le importó.

- sí por favor, ella... No despierta

En encapuchado se hizo un corte, y puso su mano sangrante en la boca de la rubia. Una gota gruesa y color morado cayó en ella, provocando pequeñas convulsiones en la niña.

-¡¿qué le hizo?! - cuando Dream quiso reclamar el extraño ya no estaba, solo él y su hermanita.

Dream cargó a Drista hasta casa, donde su madre los esperaba tirada en el suelo, sin decir nada.

-ya vine- dijo con desgano el niño.
La mujer no respondió, Dream sabía que no estaba muerta pues oía su respiración.

Dejó a Drista al lado de um pequeño fogón que preparó antes de que pasara todo y fue por más leña.

En el camino de regreso comenzó a oír súplicas y gritos, no supo de dónde venían hasta ver su casa, la entrada estaba llena de sangre y manos, entró despacio y escuchó el llanto de Drista, corrió hacia ella, al llegar quedó horrorizado.

Drista, de 6 años, tenía colmillos grandes junto con uñas rojas y sangre por todas sus pequeñas manos y boca, ella solo lo miró

- yo...¡no quise hacerlo! ¡Lo lamento hermanito! ¡Perdón! -
Drista comenzó a llorar más fuerte que nunca, Dream, en la oscuridad, vio lo que quedaba de su madre.

Desde ese día nadie los volvió a ver, Dream cazaba para su hermana, quien, con el tiempo, parecía repeler todos los maravillosos dones de ser un demonio, no es que no le gustaran, sino que su cuerpo no los soportaba y le hacía mucho daño usar su técnica de sangre, asimismo, sus ojeras incrementaron, haciendo que se viera obligada a usar una máscaras, pues su vanidosa madre siempre le decía que, el día en que tuviera ojeras, las ocultara con una máscara, Dream, intentando ayudar, le dijo que eso no importaba, y le dibujo una sonrisa en su máscara blanca, ocultando tantas cicatrices y sus "feas" ojeras.

Un día, mientras Dream cazaba, se volvió a encontrar con aquel hombre que les arruinó la vida, se acercó sigilosamente y lo atacó, llevaba a una niña, de 3 años aproximadamente, con el vestido verde que su madre confeccionó, al ver esto Dream se detuvo, pero el hombre no, y lo apuñaló en el pecho.

Pasaron la horas, Drista se preocupaba, se preparaba para salir de la cueva donde se escondían cuando Dream llegó, malherido y desangrandose.

Drista hizo lo que pudo, más nada dio resultado, solo le quedaba una salida, tomó un vidrio y...

Espero y les haya gustado! Está vez me tardé un poco por tantas cosas que tengo que hacer pero muchas gracias a todos