Todo, absolutamente todo, había cambiado.
De repente, de un día para otro mi relación con Pamela se había comenzado a tornar insoportable y apenas podía mantener mi trato cordial, sin embargo, hacerlo conllevaba un gran trabajo. Sentía como mis sospechas crecían las cada día, como si con cada hora que pasáramos juntas algo nuevo saliera a la luz. Definitivamente la situación era irreparable y ya no podía tratarla con la misma confianza que antes.Pamela había notado el cambio en mí y aunque lo hacía con precaución, trataba de descubrir que era lo que me sucedía. Ella preguntaba que tenia, si me encontraba bien, si Kevin había vuelto y hasta si había buscado una nueva forma para contactarme, pero a cada una de sus preguntas, las esquivaba, dándole solo largas.
Pero, ¿Qué demonios podía decirle sino? ¿Qué la había descubierto? Claro que no, no hasta poner cada maldita pieza de este jodido rompecabezas en su lugar.Era en realidad muy frustrante verme obligada a convivir con ella, porque cada vez que mencionaba a mi madre, fuego subía por mi garganta y solo quería acabar con ella. Es por ello que debía hablar con Kevin y ver que más había logrado descubrir.
—¿Irás a algún lado Sidney? — asentí, mientras terminaba de ponerme un sweater.
—No me he estado sintiendo muy bien, por lo que iré al hospital.
No me sentía bien, claramente eso no era una mentira, pero dudaba mucho que en el hospital pudieran ayudarme con mi problema.
—¿Por qué no me lo dijiste? He estado preguntándotelo durante estos días. —de hecho lo había hecho varias veces al día. — Sabía que había algo mal en tu aspecto.
Lo único malo con mi aspecto, eran las ojeras que tenía luego de estos dos días sin dormir más de dos horas. Pero es que cada vez que lograba conciliar el sueño, tenía horribles pesadillas, en las cuales los lobos rebeldes volvían a secuestrarme y está vez era Pamela quien me torturaba, recordándome una y otra vez, lo tonta que había sido por confiar en ella.
—No quería preocuparte, siento que te he dado demasiados problemas y no te los mereces.
—Nada de eso, somos familia y eso hacen las familias, se preocupan por los suyos. —sus palabras fueron acompañadas por aquella sonrisa que antes me hacia sentirme apoyada y ahora solo me producía ganas de vomitar.
—Gracias por considerarme como un miembro de tu familia. —no pude evitar que mi voz se escuchará con cierto sarcasmo.
—Tu madre era como mi hermana, es inevitable no verte como una sobrina para mí. Yo siempre voy a estar contigo Sidney.
Ella no noto el sarcasmo y si lo hizo, prefirió ignorarlo, volviendo a mencionar a mi madre y diciéndome algunas palabras de cariño, las cuales solo pude sentir como una amenaza.
Lo que yo en realidad escuché fue : no te librarás de mí.Para mi desgracia, mi intento de irme sin ella fracasó, ya que no tardó en llamar al trabajo y avisar que llegaría tarde.
No quería que viniera conmigo, eso dificultaría todo, pero si continuaba negándome podría comenzar a sospechar que tenía algunos planes ocultos.
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Una segunda oportunidad
WerewolfTratar de encontrar un lugar al que llamar verdaderamente "hogar" es bastante difícil, pero cuando la tragedia vuelve a golpear su vida, a Sidney Madrigal esto y no dejarse caer, le resulta casi imposible. Mientras se encuentra repentinamente sola...