No tenía idea de a quien podía acudir en busca de ayuda. Era demasiado claro que Kevin se negaría y pedirle a Fernando tampoco sería viable, ya que al ser la mano de derecha, futuro beta y mejor amigo de mi compañero, no dudaría en ponerse de su lado.
Al darme cuenta de que mis opciones eran escasas, solo pude limitarme a entrenar en la casa, lo cual para ser realista, era una verdadera mierda.Me encontraba golpeando una vieja alfombra enrollada, cuando el timbre comenzó a sonar. No esperaba a nadie, ya que no recibia muchas visitas a excepción de mi primo o Kevin y ambos se encontraban en una reunión.
Planté mis manos en mis rodillas y tomé una serie de profundas respiraciones, antes de enderezarme y caminar hacia la puerta, para descubrir a la misteriosa e inesperada visita. Por lo que luego de acercar mi ojo a la mirilla y observar hacia fuera, me encontré con el rostro de Deena.—¡Vamos Sidney abre, sé que estás ahí!
No planeaba esconderme, por lo que tras dar un paso hacia atrás, abrí la puerta y me hice a un lado dándole el paso.
Ella ingresó como si fuera un tornado, arrojando su bolso sobre el mueble más cercano y volteándose a observarme con una mirada preocupada. Nunca la había visto así, por lo que su actitud no tardó en asustarme.—¿Estás bien?
—No, tengo malas noticias. — comenzó a decir, antes de olfatear el aire y dirigir su mirada a mi cuello. — ¡Te marcó!
Instintivamente llevé mi mano hacia el lugar en cuestión, cubriendo la prueba de mi reciente emparejamiento con su primo.
Era inútil tratar de ocultarlo, mi aroma había cambiado y pronto todos se darían cuenta.—No puedo creer que no me lo hayan contado antes. ¿Por qué no llamaste para contarme? —inquirió y solo pude pestañear en su dirección. — Él tampoco lo hizo, jodido imbécil, después de todas las veces que lo ayude a acercarse a ti. ¡Pero ya verá!
—Deena, dijiste que tenías malas noticias. ¿Qué está sucediendo? —rogué que no continuará con sus preguntas y solo me dijera lo que sucedía.
—No creas que no me doy cuenta de que solo estas queriendo cambiar de tema, eres muy evidente. —entonces su semblante preocupado regreso. —Sin embargo esto es serio. La policía encontró el cuerpo de Pamela y varias personas en la empresa mencionaron que vivías con ella, además encontraron tus huellas en el lugar y están buscándote.
—Creí que Fernando se encargaría del cuerpo. — eso fue lo que me había dicho.
—Lo hizo, pero alguien denunció y cuando la policía llegó al lugar, el cuerpo estaba ahí.
—No pueden probar que fui yo, claramente las heridas no son humanas.
—Por eso creo que deberías ir a hablar con ellos. No pueden probar que fuiste tú, pero si te ocultas solo generas desconfianza y sospechas.
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Una segunda oportunidad
WerewolfTratar de encontrar un lugar al que llamar verdaderamente "hogar" es bastante difícil, pero cuando la tragedia vuelve a golpear su vida, a Sidney Madrigal esto y no dejarse caer, le resulta casi imposible. Mientras se encuentra repentinamente sola...