Dulce y Amargo ¦ BajiFuyu

O5.-

La semana de exámenes estaba siendo mucho peor de lo que esperaban.

Takemichi había tenido que rehacer uno de sus cuadros en tiempo récord, ya que, por ir con prisas, había tropezado y su lienzo había quedado impresentable. Se vio obligado a reducir horas de su estudio teórico para volver a pintar el cuadro, por lo que ahora no estaba seguro de haber aprobado.

Akkun y Smiley habían desaparecido entre libros y apuntes. Daban señales de vida a través del chat grupal y, de vez en cuando, se los cruzaban en los pasillos de la universidad o en la cafetería de la misma. Angry parecía llevarlo un poco mejor que su hermano, aunque tuvo que pedirle ayuda a Chifuyu para estudiar inglés, por lo que se quedó la noche anterior a su examen en el departamento de ambos rubios.

Chifuyu, por su parte, estaba sufriendo de pequeñas lagunas mentales después de cada examen, que le llevaban a olvidar desde las preguntas hasta lo que había respondido, así que tenía constantemente un tic en la pierna que estaba desesperando a Takemichi.

La única que parecía llevarlo bien era Senju. La chica no había experimentado ninguna crisis, ni se había perdido entre los libros.

-¿Cómo lo haces? -preguntó Chifuyu casi arrastrando los pies hacia la salida de la universidad.

-No sé -contestó sincera-. Solo sé que si me pongo nerviosa será peor, prefiero pensar que...¿qué?

Senju casi se carcajeó ante la mirada irritada de Chifuyu y Takemichi, carraspeó suave y les dio una dulce sonrisa, que pareció calmar a sus estresados amigos.

-¿Cuántos exámenes les quedan? -preguntó.

-Dos -suspiró Takemichi.

-Uno -dijo Chifuyu-. ¿Y a ti?

-Acabo de dar el último -contestó Senju-. Me he eximido de los demás.

-¿Eres una clase de sabelotodo o qué?

-No -Senju ya no pudo evitar la risa.

Chifuyu suspiró mientras le quitaba el maletín de pinturas que cargaba Takemichi, quién le agradeció con una sonrisa.

-Mi secreto es sacar buena nota en los exámenes individuales durante el semestre, así puedo lograr eximirme y no dar los que incluyen toda la materia -dijo Senju encogiéndose de hombros-. Ustedes se desentienden de estudiar hasta el fin de semestre y por eso colapsan.

Chifuyu no encontró cómo rebatir aquello, por lo que asintió y miró a Takemichi, que estaba metido en su celular escribiendo con una sonrisa.

A pesar de que, por sus exámenes y el trabajo, Takemichi no había podido juntarse con Mikey, habían empezado a escribirse todos los días. Chifuyu incluso había descubierto a su amigo despierto en la madrugada escribiendo mensajes para el deportista.

-Bueno, tengo que juntarme con Haru -dijo Senju sonriendo.

-¿Nos abandonas por tu hermano? -dijo Chifuyu con falsa indignación.

-Sí, me invitará a comer -le besó la mejilla a ambos-. Nos vemos, amores, no se maten estudiando.

Senju les guiñó un ojo antes de alejarse por la dirección contraria. Chifuyu negó con una sonrisa y volteó a ver a Takemichi, quién volvía a escribir por su celular. Sin decirse nada, ambos caminaron hacia la estación de metro, pero cuando estuvieron en la plataforma esperando el tren, Chifuyu no aguanto más.

-¿Qué pasa entre Sano y tú? -preguntó curioso.

-¿Eh? -parpadeó Takemichi.

-Michi, desde que te escribió el otro día que no han parado de hablar, hasta te desvelas por hablar con él, parecen novios en la fase de luna de miel.