Dulce y Amargo ¦ BajiFuyu

O9.-

Takemichi apartó su rostro de Mikey con la respiración agitada y sonrojado hasta la raíz. Mikey se lamió suavemente los labios viéndolo directamente al rostro. Sus manos se mantenían unidas, con sus dedos entrelazados.

-¿Qué...? -murmuró Takemichi, nervioso-. ¿Ah? ¿Qué? ¿Q-qué pasó?

-Nos besamos -respondió Mikey con suavidad, sintiéndose un poco intranquilo.

-¿Por qué?

Mikey lo miró sin entender y, por la expresión de Takemichi, era evidente que el otro estaba totalmente confuso. Carraspeó suave, intentando mantener la calma y decidió ser totalmente honesto, después de todo, lo estaba siendo desde que lo conoció.

-Porque me gustas.

-Pero somos chicos.

-Acabo de decirte que soy gay.

Quizás si hubiese sido otra persona o si la sincera expresión de inocente confusión de Takemichi no le resultara adorable, Mikey se habría ofendido, pero la realidad es que le causaba un poco de gracia.

-¿Estás rechazándome por qué soy chico o por qué no te gustó?

-No, sí, es decir... sí, me gustó -Takemichi era un manojo de nervios-. Pero es que yo... tú...

-¿Yo?

-Nunca había besado a un chico.

-Oh, entiendo, soy el primero.

-¡No te burles!

Mikey no aguantó más y rió divertido mientras negaba con la cabeza mientras Takemichi desviaba la mirada hacia sus manos unidas. Cuando sintió que el otro se movía, Takemichi volvió a alzar la mirada, confuso y tímido.

-¿Te molesta que sea chico? -preguntó Mikey con el rostro tan cerca que el otro podía sentir la calidez de su aliento.

-Creo que no -murmuró Takemichi, sintiéndose pequeño-. Solo es algo nuevo e inesperado.

-¿Realmente no lo esperabas?

-¿Qué quieres decir?

-Desde que empezamos a escribirnos, que no te dejo en paz y las veces que nos hemos visto, siempre busco que nos toquemos de alguna forma.

-Pero somos amigos.

-¿Eso impide que me gustes?

Takemichi parpadeó y negó suave con su cabeza, sus mejillas se mantenían sonrojadas. Mikey le acarició suavemente el cabello y como su tacto no fue rechazado, acercó su rostro.

-Cierra los ojos, Takemicchi.

Takemichi dudó un poco, pero lo hizo, volviendo a ser besado por Mikey y, cómo su cuerpo parecía haberse separado de su cerebro, le respondió el beso.

No recordaba haber sido besado nunca de esa forma: firme, tierno y profundo, todo a la vez. Mikey tenía una mano en su nuca y aquella donde sus dedos seguían entrelazados, era acariciada con suavidad. Takemichi sentía su corazón latir con escándalo, tanto que creía que Mikey podría oírlo. Entreabrió sus labios, dándole así la bienvenida a la lengua de Mikey, la cual no tardó en demostrar su maestría, abrumando aún más sus sentidos.

Justo cuando Takemichi sentía que el aire le hacía mucha falta, Mikey acabó el beso, dándole un par de piquitos antes de dejar su boca en paz. Cuando Takemichi abrió sus ojos, vio que Mikey lo observaba con una sonrisa.

-Eso fue...-murmuró Takemichi, casi sin voz-. Eso fue...

-¿Si?

-Besas muy bien.