O26.-

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Baji miraba hacia la puerta de la cafetería mientras su pierna se movía de forma ansiosa, pasaba constantemente su mano derecha por su cabello y movía de vez en cuando la cabeza de un lado a otro hasta que finalmente su madre hizo la entrada por la puerta y se acercó a él con paso decidido.

No la veía desde el día de su casi boda, habían charlado por teléfono pero solo para saber cómo estaba el otro sin hablar ningún detalle. Baji no sabía cómo interpretar el extraño silencio de su madre. Se puso de pie y dudó en abrazarla cuando vio la seria expresión de su rostro, pero fue Saori la que lo envolvió en sus brazos y luego besarle la frente con cariño.

-¿Cómo has estado? -preguntó Baji luego de que ambos se sentaran y pidieran al mesero lo que deseaban beber.

-He tenido días mejores -se sinceró Saori viéndolo con calma.

-¿Quieres contarme?

-Akito y yo vamos a divorciarnos.

-¿Qué? -Baji parpadeó.

-Hemos tenido una larga y agotadora conversación -Saori sonrió con suavidad-. Discutimos por la boda, presioné un poco más y me confesó que siempre había pensado en casarte por temas de trabajo, incluso había pensado en la hija de un político -negó con la cabeza con tristeza-. Al menos te dejó escoger a Akane con libertad...

-Lo siento -murmuró Baji.

-No tienes que disculparte. Soy yo la que tiene que hacerlo.

-¿Qué? Pero, ¿de qué hablas? Yo he...

-Has aguantado todo esto porque me has visto feliz con Akito -lo interrumpió Saori con firmeza, pero su mirada estaba llena de tristeza-. Ibas a sacrificar tu vida para que mi vida no se viera alterada y...

-No te disculpes -Baji le tomó las manos-. Eres mi madre y te amo, bajaría la luna por ti, lo sabes.

-Ay, mi amor.

Saori volvió a abrazarlo con firmeza, conteniendo las lágrimas, Baji también la envolvió con sus brazos, acariciándole suavemente la espalda y mantuvieron un agradable silencio.

Solo se separaron cuando el mesero regresó con su pedido.

-¿Y tú? ¿Has estado bien? -preguntó Saori dando un pequeño sorbo a su café.

-Sí, estoy bien -sonrió Baji-. Dejé mi apartamento.

-¿Qué? ¿Akito te sacó de allí?

-No -negó-. Bueno, en realidad no lo sé...

Saori parpadeó sin entender con la taza entre sus manos.

-No lo he visto desde ese día -explicó Baji-. Pero decidí salir de allí porque creo que si quiere vengarse o algo, sería dejándome en la calle sin aviso, así que me adelanté y saqué mi ropa y lo que necesito para estudiar, ya sabes, computador, tablet, cuadernos, libros...

-¿Estás quedándote con tu chico?

-No, estoy quedándome con Tora. Él me ayudó a sacar las cosas y me dejó su cuarto extra.

-Pensaba que te quedarías con tu chico -Saori tenía una pequeña sonrisa y sus ojos brillaban con travesura.

-Se llama Chifuyu, mamá -rió Baji-. Y no vive solo, vive con el novio de Mikey... y Mikey, a estas alturas.

-¡Oh, vamos! -Saori no pudo evitar reír-. Cariño, dejaste tu boda por él, yo ya veía que me dirías que te casarías con Chifuyu, además, ¿cuándo voy a conocerlo? Me dijiste que lo conocía, pero tengo mis años y no recuerdo todo -bromeó-. Quiero saber quién es el chico por el que pasó todo esto.

Dulce y Amargo ¦ BajiFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora