O17.-

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Mikey estaba observando la puerta del departamento de su novio, sin saber si tocar. No le había respondido los mensajes de la madrugada por qué no sabía qué decir, pero no le gustaba tener esa sensación de que estaba ocultándole algo, por lo que había decidido ser totalmente sincero con él. Tomó aire antes de golpear con suavidad y esperó.

Y nadie le abrió.

Se extrañó, ya que sabía que era el domingo libre de Takemichi, por lo tanto, el rubio prefería quedarse en casa y si llegaba a salir, lo hacía después de almorzar. ¿Habría ido a comprar? Mikey golpeó una última vez antes de sacar su móvil.

Pero esta vez sí le abrieron, solo que alguien que no esperaba.

Angry lo miraba adormilado mientras se tallaba uno de sus ojos, lanzó un bostezo antes de saludarlo y dejarle entrar al departamento.

Mikey no tardó en darse cuenta que en aquel hogar la pequeña reunión se alargó bastante y seguramente todos tenían una resaca de proporciones. En el salón, observó como Akkun y Smiley seguían dormidos en las colchonetas.

-Takemichi está en el cuarto de Chifuyu -le dijo Angry entre bostezos.

-Gracias.

Mikey le regaló una sonrisa para luego caminar mientras Angry volvía a acomodarse junto a su hermano.

Abrió la puerta con cuidado y entró acercándose a la cama mirando con una sonrisa los dos bultos cubiertos por mantas, dejando a la vista solo los cabellos rubios. Su sonrisa se volvió traviesa, se subió a la cama, dejando caer su peso muerto entre ambos chicos, quiénes se removieron.

-Michi, estás aplastándome -murmuró Chifuyu con la voz adormilada.

-Eres tú -contestó Takemichi mientras se removía.

-Que te muevas.

-Muévete tú.

-¿Tan pesado estoy? -preguntó Mikey con diversión.

Ambos rubios bajaron las mantas de sus rostros, Chifuyu lucía adormilado y Takemichi algo sorprendido, pero rápidamente se recuperó y abrazó a Mikey sonriendo amplio.

-¡Hola! -dijo Takemichi con entusiasmo-. No te esperaba tan temprano.

-Sorpresa -dijo Mikey besándole la mejilla con cariño a su novio-. Buenos días, amor mío.

-Buenos días, bonito -contestó Takemichi, con sus mejillas ruborizadas y rozó su nariz con la de Mikey.

-Dios mío -gruñó Chifuyu cubriéndose hasta la cabeza.

-Buenos días, amargadito -dijo Mikey sonriendo travieso.

-No sé qué tienen de buenos -la voz de Chifuyu sonaba algo ahogada entre las mantas.

-Oh, vamos, dame una sonrisita.

-No.

-Vamoooooos.

Takemichi quería demasiado a ambos y adoraba lo bien que se llevaban. Observó con una sonrisa divertida cómo Mikey picaba el bulto que era Chifuyu a la altura de la cabeza y no pudo evitar reír cuando Chifuyu sacó la cabeza e intentó morder el dedo de Mikey.

-¡Piraña!

-Viven en el Amazonas -contestó Chifuyu, imitando la voz de Darla, la niña de la película Buscando a Nemo, lo que hizo reír a carcajadas a Mikey.

-Eh -dijo Smiley apoyándose con pereza en el marco de la puerta-. Reduzcan el ruido, hay gente con resaca en este lugar.

-Yo también estuve de fiesta y no tengo resaca -dijo Mikey, manteniéndose recostado entre Chifuyu y Takemichi.

Dulce y Amargo ¦ BajiFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora