O22.-

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La música ambiente sumado a las altas conversaciones impedían que escuchará lo que ocurría en el interior de la mansión, pero, a pesar que dentro de la misma residencia no se escuchaba del todo, los chicos sí escucharon el grito de Akane por lo que corrieron escaleras arriba, tropezando entre ellos.

Sin embargo, cuando llegaron a la habitación de la novia la puerta se mantuvo cerrada y estaba todo tan silencioso que era antinatural.

El miedo se instaló en sus corazones e Inupi golpeó firme la puerta.

-¡Akane! ¿Estás bien? -grito, pero al no obtener respuesta, volvió a golpear la puerta-. ¡Akane, ábreme!

-¿Akane? -preguntó Koko colocándose junto a Inupi-. ¡Abre!

Pero el silencio seguía siendo la única respuesta y las miradas de los chicos delataron su nerviosismo.

-Akane -dijo Draken y golpeó firme-. Vamos a abrir

-¡No! -la voz de la chica sonó atemorizada a través de la puerta-. ¡Váyanse!

-¡No! -exclamó Inupi frunciendo el ceño-. ¡Ábreme ya!

-¡Por favor, vete!

-Si no tiran la puerta ustedes, lo haré yo -sentenció Mikey en voz alta para que la chica lo escuchara.

-¡Lárgate, Mikey! -esta vez la voz de Baji se hizo presente.

-¿Qué...? -murmuró Takemichi y Kazutora frunció el ceño.

-¡Baji! ¡No es divertido, abre de una puta vez! -ordenó Draken.

Como los futuros esposos no respondieron, Mikey se acercó para forcejear bruscamente con la manilla de la puerta y justo cuando se dispuso patearla, la puerta se abrió un poco, dejando ver el rostro tenso de Akane.

-¿Qué está pasando? -preguntó Inupi viéndola preocupado.

Pero Akane miraba a Koko y sus ojos se habían vuelto brillantes por las lágrimas que retenía. Forzó una sonrisa, sujetando firme la puerta para que no se viera más que su rostro y parte de su cuerpo.

-Es-estamos aclarando unas cosas, bajaremos en unos minutos, ¿si? Está todo bien.

-¿De qué...?

-Estamos bien, ¿cierto, Keisuke? -Akane parecía aún más nerviosa que ellos.

-Lo estamos -la voz de Baji estaba indiscutiblemente tensa.

Akane miró un largo rato a Koko, sonrió con tristeza y miró a Draken un momento antes de volver a cerrar, dejándolos con el sonido del seguro de la puerta resonando en sus oídos.




-¿Qué tú eres quién?

A Izana le causaba gracia las expresiones de sorpresa en los rostros de las personas que acababa de conocer, pero que, de alguna forma, confiaba en ellas y eso era algo que simplemente sabía, así como también era consciente de que Kakucho los estaba examinando más que él.

-Él no lo sabe, así que les pediré silencio hasta que pueda hablarlo directamente -dijo Izana.

Chifuyu, Akkun, los Kawata y Haitani asintieron en silencio mientras Kakucho entrecerraba los ojos.

Habían abandonado hace poco la estación de metro y, como no quedaba tan lejos, decidieron caminar sin prisas hasta el departamento de Chifuyu. Para no ir tan apretados, primero caminaban Smiley, Ran y Akkun, seguidos de Rindou y Angry, después Chifuyu y cerrando iban Izana y Kakucho.

Dulce y Amargo ¦ BajiFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora