Omnisciente
Todos estaban perplejos, Naraku reía por haber atrapado a ambas Shikon Miko y a las bestias de una de ellas.
Rin estaba angustiada, Shippo igual y ni hablar de Sesshōmaru e InuYasha que veían como ese ser sin escrúpulos tenía a sus queridas.
Pero fue allí donde algo salió mal y Naraku lo supo.
El plan original del Hanyou arácnido era atrapar a las bestias de Kagome -que muy seguramente estarían fuera de su cuerpo- con un ogro muerto y modificado por varios demonios integrados, mientras que él personalmente se encargaría de tomar a Kikyo y la Higurashi para noquearlas y llevárselas con ayuda de Hakudoshi. Mientras que Kagura distraía al equipo.
Era muy sencillo, pero olvidó un pequeño factor.
El monstruo que creó tenía una gema especial dentro de si, misma gema que cargaba el para no verse herido gracias a las nuevas habilidades de la Miko futurista.
La divina protección celeste era una gema muy poco conocida en esas tierras y era algo que se decía venía de otros páramos. Pero lo cierto es que era bastante poderosa y te hacía inmune a muchas cosas.
Y entre esas, a las órdenes.
La bestia colosal no pareció recordar que no debía herir a Canzybelle o a Beruu y simplemente decidió aplastarlos cuál fresa en sus manos, causándoles un gran dolor, como también a su "vasija" que sería Kagome. Que en ese punto se encontraba escupiendo sangre mientras sus bestias estaban gravemente heridas, pero no muertas aún.
Naraku soltó a Kikyo, que en ese momento le importaba nada y quiso acercar más a Kagome con una preocupación que casi nadie notó por estar en shock. Pero cuando la sangre del cuerpo de Kagome tocó su tentáculo lo quemó de tal forma que la soltó.
Los gemelos se miraron sangrantes y antes de que el gigante volviera a apretar sus cuerpos levantaron la cabeza y aullaron con fuerza, sin que nadie supiera lo que eso simbolizaba.
InuYasha logró saltar y tomar a la mujer que amaba, pero no a su amiga, que se precipitaba casi en un limbo.
Por fortuna Sesshōmaru, quién estaba cubierto de una sustancia babosa y oscura que ni quería recordar cómo le cubrió, fue quien la atajó al vuelo y le vió sonreírle.
— Hembra —logró gemir Yako muy angustiado— No me hagas esto. No he tenido tiempo de cortejarte si acaso.
Nadie pareció escuchar el leve murmullo, excepto Naraku, quien lo miro molesto.
El suelo comenzó a temblar de nuevo y esta vez Naraku y sus dos extenciones huyeron como solían hacerlo cuando el plan enteró cambió.
En una parte cercana al grupo un símbolo extraño apareció y empezó a brillar con un tono azul flameante. Poco después está se convirtió en una especie de puerta que lucía muy antigua y se abrió hacía afuera expulsando una fuerte pila de fuego que se elevó y luego disminuyó.
Gritos desgarradores se escuchaban salir de esa misteriosa puerta y sin darles tiempo a pensar algo, de la puerta salió una pata enorme con garras punzantes que se aferró a la tierra.
Un cuerpo del mismo tamaño que la abominación salió y se mantuvo encima de las llamas que aún salía de la entrada.
Era un monstruo con apariencia de un perro colosal e imponente de pelaje oscuro como el petróleo y ojos rojos como lava caliente. Este tenía una cadena inmensa al rededor de su cuello como si se mantuviera encadenado todo el tiempo y lo más llamativo y alarmante.
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Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]
FanfictionYa sabía que lo que en algún momento sintió por él no sería correspondido. Después de todo Kagome sabía que su corazón grita el nombre de otra mujer y no podía hacer nada al respecto. Se había cansado de todas esas promesas que no se cumplieron. Así...