☽ ONCE ☾

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Kagome Higurashi

Son las seis de la mañana y me da igual
Voy a salir a la calle
Voy a ponerme a gritar
Voy a gritar que te quiero
Que te quiero de verdad
Con esa sonrisa puesta
De verdad que no me cuesta

Pensar en ti cuando me acuesto

Pero nena no imagines el resto
Que si no no queda bonito esto
Voy a ir directo a ti
Voy a mirarte a los ojos
No te voy a mentir
Y como dos niños chicos, te pediré salir
Esperando un sí
Esperando un kiss

Y es que me encantas tanto
Si me miras mientras canto
Se me pone cara tonto
Niña, tú me tienes loco
Y es que me gustas, no sé cuánto
Gogoko zaitut como dirían los vascos
Si quieres te lo digo hasta en portugués
Eu gosto de voce

Ignoraba completamente los cantos de Beruu y Canzybell, quiénes como de costumbre iban encabezando el viaje cantando mientras los niños corretean detrás de ellos y más atrás Jaken reclamando por quien sabe que ahora.

Los chicos hablaban de cualquier cosa, Sesshōmaru por su cuenta solo se mantiene callado y andando, arreglándoselas para guiar al grupo aún cuando no estaba al frente.

Muerdo mi labio con cierto nerviosismo al pensar en Sesshōmaru y el inconveniente con mi último amante.

Buda ¿Cómo pude decirle Sesshōmaru a esa persona? Y encima ¿¡Porque a él no pareció disgustarle!?.

Con solo recordar ese incidente me muero de vergüenza.

No sabía que me ocurría con Sesshōmaru, pero con solo pensar en el mi pulso se convertía en un desastre y aveces me costaba enfocar mis pensamientos apropiadamente.

No de nuevo, por favor. No puedo volver a cometer el mismo error. No debo enamorarme de él, pero, sin embargo... Creo que ya lo estoy. Y lo más deprimente es que es de alguien que no dudaría de darme de comer a los cocodrilos hambrientos y que nunca correspondería mis sentimientos.

— Kagome —me llama Canzybell—

Alejé mis problemas por este momento y les puse atención.

— ¿Si?

— luces cansada ¿o pueden ser ideas mías? —murmura con el ceño fruncido—

— bueno... Fue una noche activa —confieso avergonzada mirando a cualquiera que no sean mis amigos, pero fue imposible no verlos de soslayo—

Espera ¿Sango y Kikyo están sonrojadas?.

— me hago una idea —suspiro la loba luego de reír un poco— no deberías estar caminando —menciona—

— estoy bien.

— tu si, al pobre que dejaste atrás no —bufó Beruu divertido—

— ¡O-Oye!

Ops ¿Lo dije o lo pensé?

— no escupas ¡alpaca! —chille avergonzada—

— ¿Qué es una alpasha? —escuche preguntar a Rin.

— ni idea —respondió Shippo—

— Kagome, insisto, descansa —retoma la palabra la gemela de cabello oscuro— te lo digo porque estoy preocupado. Aunque también por el pobre hombre, enserio, pareces medio bestia.

Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora