☽ UNO ☾

3K 254 7
                                    

Kagome Higurashi

Habían pasado tantas cosas hasta ahora. Todo comenzó cuando era una ingenua adolescente y ahora ya tenía mis veinte años.

Una adulta que trabajaba con una agenda apretada por sus constantes viajes al Sengoku, que visitaba el gym cada que podía y manejaba una que otra arma con fines de defensa personal.

Y en la época feudal, mi grupo y yo nos dedicamos en buscar a Naraku. Ya no había fracmentos de la shikon no tama que buscar, nosotros teníamos la cuarta parte que le faltaba y el todo lo demás.

Kikyo había muerto en una de las batallas a causa del veneno de Naraku. InuYasha estaba devastado aunque no lo demostrara y yo lo apoyé mientras me mantenía cerca. Supongo que fué algo tonto pensar que sería mi oportunidad de acercarme a él y cambiar sus sentimientos. InuYasha no dejaba de pensar en ella e incluso varias veces me confundió con ella o confundía nuestros nombres, como cuando nos conocimos.

Ya había pasado un año cuando Kikyo apareció de nuevo ante nosotros.

¿Pero como? Se suponía que había muerto.

Una bruja blanca, quería una hija sacerdotisa porque estaba enferma de gravedad, así que Kikyo la atendió hasta que al final murió y ella quedó libre, y viva.

Kikyo ya no era de barro y huesos, ahora era humana completamente y no necesitó de un ritual para quitarme mis almas.

Naraku se enteró de su regreso, así que la atacó y la dejó gravemente herida, cosa que no evitó que ella le hiciera daño a él también.

Ella sobrevivió y se curó así misma con su Reiki y logró llegar con nosotros en busca de protección, porque no podría sola con Naraku.

O eso fué lo que dijo ella.

Al final llegamos a mutuo acuerdo y comenzó a viajar con nosotros. Siendo sincera, yo no la quería cerca de mi, ni de mi pequeño Shippo, ni mis amigos, ni mucho menos cerca InuYasha. Pero fuí incapaz a negarme y la verdad me arrepentí, porque no dejaba de restregar en mi cara que solo era su reencarnación, que no era fuerte, esto, aquello.

¡Era insoportable! Siempre había discusiones por su causa.

Por eso llegamos a lo que ocurre actualmente. Naraku peleando con nosotros por querer llevar a Kikyo para y por motivos que desconozco.

La batalla terminó cuando nuestro enemigo huyó luego que una de mis flechas con Reiki rozó su mejilla y casi lo purifica.

— ¿Ven como si me necesitan?.

Luego de que mi encarnación dijera tal barbaridad la miré como si tuviera tres cabezas.

¿Tu qué hiciste? ¡Yo hice todo el trabajo!.

— eres asombrosa, Kikyo.

Por un momento me pregunté si podía mandar a InuYasha al centro de la tierra luego de oírlo decir eso.

Idiota ¿Porque no fuiste capaz de decirme algo así cuando aún no queria erradicar lo que siento por ti?.

Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora