☽ VEINTISÉIS ☾

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Nada como limpiar el ventilador porque la noche anterior una cucaracha se metió en las aspas e hizo desastre ;-;

Kagome


La gran parte de los ciervos no se me acercan como antes, excepto por una pequeña cantidad que al parecer no era tan resentida con lo que yo llamo justicia lobuna.

Simplemente los dejé ser, no podía vivir de lo que pensara está gente de mi y simplemente el rumor de mi vida libertina se fué apagando.

¿Y que esperaban, una monja de Lady?

Después de la humillante realidad que obtuvo Sesshōmaru, empezó no solo a tratarme con menos mimos, sino también protegerme con fuerza de la opinión y malas yerbas de otros.

Entendí en ese momento que no puede ser tierno y protector al mismo tiempo. O se concentra en ser frío y defensivo o se comporta con un esposo completamente adorable.

Algo estúpido, pero no puedo exigirle mucho luego de que me confesara que no sabía hacerlo correctamente porque el no lo vivió de cachorro. Su madre siempre fría y su padre siempre ausente y distante, nunca vió a su padre ser cariñoso con su madre, solo la protegía, pero no le amaba.

Hace un par de semanas Sesshōmaru me había presentado al resto de los Lords y Ladys de los puntos cardinales y su descendencia. ¿Como era posible que uno tuviera seis y otro casi una docena?

Ese no era el punto, el punto es que ahora tengo que ganarle la discusión a Sesshōmaru, si, porque no me quiere dejar cocinar ¡Por favor, es solo fuego y ollas! Ha este hombre le gusta ahogarse en un vaso con agua.

El final de la discusión es demasiado obvio, yo ganando y él todo enfuruñado y orgulloso porque no puedo hacer lo que me pide.

Sui, la pequeña y regordeta Yōkai ratón me ayuda a preparar algo para mí numerosa familia, incluso para mí orgullo esposo.

En cierto momento Sui desapareció, y fué justo cuando sentí una clases de jalón en el pecho. Sabiendo que un Dios Griego de nuevo estaba rondando el Edo.

Esto empieza a ser preocupante.

— Lady Kagome.

— Dime Sui —gire a verla. Ella estaba rojita, sudada y jadeando, como si hubiese corrido un rato—

— tiene visitas, mi señora.

— ¿Eh? ¿Yo? —dejo el cuchillo que estaba usando para picar verduras a un lado—

— si, mi Lady. Le está esperando el salón frente a las puertas.

— ¿Quien podría ser? —murmuro limpiando las manos en mi delantal—

Todo el camino me pregunto quién puede ser mi invitado, yo no he invitado a nadie y casi nadie podría venir aquí a verme.

El sentimiento de incertidumbre se va cuando llegan un montón de recuerdos que no son completamente míos al ver al rubio y despeinado invitado.

— ¡Tío Hermes!

La verdad, fué un movimiento involuntario, simplemente una emoción familiar llenó mi pecho y me lancé a abrazarlo eufórica. Como si lo conociera de años, aunque en mi interior, si era así.

Él se ríe como si realmente me conociera y corresponde el afecto familiar, meciéndose conmigo.

— ¿Como terminaste aquí? —esta sonriendo, realmente estar cerca de él era como estar con un familiar que no he visto en años—

Aunque claro, antes fue amante de Canzybelle.

El abrazo se disolvió solo un poco, me tomó por los hombros y me miró de arriba a abajo se con una sonrisa coqueta.

Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora