☽ DIECINUEVE ☾

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Volvemos con las escenas de celos del Beruu 🎬

2 x 1 hoy

Omnisciente

Todos comían en un silencio perpetuo.

Nadie sabía a ciencia cierta que demonios había pasado, pero allí estaban los gemelos cenando callados.

¡Y eso no es lo peor! ¡¡No!! De Beruu se esperaría que estuviese calmado, mientras que de Canzybelle, tal vez hablando por los codos o atragantándose con la comida. Pero así no estaban las cosas.

Rubí estaba callada, tranquila y algo alerta por cualquier cosa. En contexto, nerviosa.

Lápiz por su contrario estaba comiendo callado y lento, si, pero sus colmillos y garras lucían bastante peligrosas en esta ocasión. Sus ojos no eran como nadie los recordaba y encima miraba fijamente al Lord del Oeste.

Y si Sesshōmaru pensó que la bestia se calmaría luego de darle espacio, se equivocó.

Tal vez acercarse no hubiese llevado a nada tampoco, pero tal vez hubiese evitado que la cama terminase quemada junto con parte de su ropa.

Kagome tampoco quería hablar con él y parecía estar en automático, así que decidió no joderla.

Por ahora.

Una vez todos comieron se fueron a dormir luego del respectivo "buenas noches"

Sesshōmaru pensó que tal vez podría hablar con las bestias y su mujer. Que arreglarían las cosas.

Su error esa noche fue pensar y suponer.

— quiero... Dormir en otra habitación —murmuró su mujer—

Su rostro se desfiguró y quiso reclamar, pero ver el rostro triste de Canzybelle y el melancólico de Kagome le hizo aceptar.

Le dio una habitación tres puertas más lejanas a la suya.

Cuando por fin entró a su cuarto y vió la cama nueva y sintió aún un poco de olor a ahumado, suspira.

— será una larga noche.

(...)

— ¡No lo soporto! ¡No lo soporto! —gruñe Beruu furioso caminando de un lado a otro—

— hermano. Por favor...

— ¡Por favor nada! —le grita y su hermana calla— necesito un trago —se jala los cabellos.

En ese momento, una idea aparece en su cabeza, como una señal divina y se acerca a su humana.

— vamos al futuro.

Kagome lo mira confusa y él resopla como si la respuesta fuera obvia. La tomó por los hombros y se acercó más a ella.

— vámonos de fiesta, déjame acostarme con alguien y tomamos alcohol sin descanso. Cómo Dionisio manda.

— ¡No! —dijo fuerte, haciendo sobresaltar a su bestia. Apartándole con un manotazo— no haré tal cosa ¡Estoy casada! Acepté no dormir con Sesshōmaru, pero esto no ¿Escuchaste?

Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora