☽ CATORCE ☾

1K 121 5
                                    

Las pisadas eran tranquilas mientras observaba el bosque con sus ojos rojizos.

Los animales le huían al ver su tamaño, por lo que nadie realmente le molestaba.

Terminó por acercarse a un arroyo que para él no era exactamente más que un charco en el piso.

Veltesta olfateo el aire, solo encontrando el vago olor a demonios, muy pocos humanos y mucha vegetación.

Tretesta y Drittesta tomaba agua sin preocupación mientras la tercera cabeza cuidaba por precaución.

Luego de que Hércules le sacara de su hogar no tenía muy en claro como volver. Tendría que volver a Grecia, la cuestión es que no sabía dónde estaba.

De improvisto. La cabeza del medio y la derecha dejaron de tomar agua y levantaron la cabeza. Frente a Cancerbero estaba una mujer de ropas extrañas y desconocidas para él.

Las humanas de sus tierras, incluso las que llegaban al Hades, usaban túnicas ¿Que era lo que ella usaba?

Aún viendo al imponente perro de tres cabezas la hembra se acercó y empezó a beber del agua como lo había hecho él, aunque ella fuera humana.

Porque, lo era ¿Cierto?

Drittesta gruñó a sus hermanos, Tretesta le responde con igual tono y Veltesta miraba a la mujer.

Ella seguía tomando agua inclinada sobre el cuerpo de agua, cuando sus ojos se abrieron leve revelando un par de ojos celestes y profundos.

Veltesta le siguió mirando sin ser capaz de apartar los ojos, dando un leve golpe hacia la cabeza hermana más cercana, interrumpiendo su discusión por lo que estos le gruñeron molestos.

Luego de una leve señal miran a la hembra, que se encuentra arrodillada frente al agua y pasa un mechón de pelo tras su oreja. Los tres se estremecen cuando les sonríe sin ninguna intención mala.

No dudaron en seguirla cuando se levantó y comenzó a marchar, en un momento le perdieron de vista ya que por su enorme tamaño no podía ver debajo del follaje. Pero el sentimiento de ansiedad se fue cuando una bestia lobo un poco más pequeña que él se alzó un poco más alante de ellos.

Los tres miraron con cierto brillo los ojos ahora rosados de la Hembra, que era una Youkai Ookami.

Pasaron dos meses así, paseando por el extenso Japón jugueteando y conociéndose. Hasta que la temporada de celo alcanzó a la loba y Cerberos solo pudo entregarle lo que quería, siendo marcada en el acto con los tres hocicos de la bestia.

Ambos eran felices, pero eventualmente se dieron cuenta del embarazo de ella, por lo que Cancerberos decidió llevarla a su hogar. No le costó demasiado esa opción, ya había descubierto hace un tiempo como volver a la entrada hacia su hogar, solo que no había vuelto.

Hades se alegro al ver a su fiel mascota volver, pero no esperó ver a una mujer con un año de gestación en su espalda, y mucho menos su leal perro le gruñera al mínimo acercamiento.

No lo entendió bien, pero Perséfone se acercó sin problema a ella completamente encantada.

La Youkai no habla su idioma, sin embargo se comunicaba con Cerberos. Poco después sus Ninfas le explicaron que ella era una bestia al igual que su mascota, y que la cría que esperaba era de su perro.

La idea le resultó increíble, tendría cachorros con los cuales jugar.

La Youkai pasó tres largos y pesados años con su cachorro en su vientre estando en su forma bestial. Cada vez lucía más débil debido al embarazo, pero realmente ese no había sido ese el problema.

Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora