☽ VEINTITRÉS ☾

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Anuncio: en perfíl publiqué una mini historia Sesshome llamada Bunny, por si les interesa.

Capitulo dedicado a
@alexjean01
@LovelesMoon

Por sus lindas palabras en comentarios. Realmente gracias (/////)

Ah, y @MaraKarinaMartinez besos de vuelta desde Narnia :3

Y solo porque puedo, voy a hacer referencias de otro anime por aquí. Quien las capte y me diga en comentarios le dedicaré el siguiente capítulo uvu

Omnisciente


Kagome miraba a sus dos hijos adoptivos corretear en los jardines RinRin, viendo las hermosas mariposas revolotear.

La nueva Lady del Oeste se distrajo un momento viendo unas mariposas moradas que se posaron en su Kimono azul con estampado de olas. Las miró hasta que luego de pasear por la tela, se alzaron en vuelo y se perdieron en un árbol donde cantaba un lindo gorrión.

La risa y felicidad de sus hijos los hizo volver a verlos, topándose con ellos y su muy galante Yōkai, quien luego de alborotar los cabellos de sus cachorros, fue a saludar con un beso a su mujer.

Sip, todo estaba excelente.

Las concubinas del palacio no volvieron a acercarse a Sesshōmaru, a excepción de Tansui, la misma que usaba abanicos. Y Sarana, que declinó con rapidez a volver acercarse luego de casi perder la cara, o la vida, como su compañera.

Y ¿Que pasó? Bueno, que nuestro encantador Lápiz cumplió su amenaza.

Tansui y Sarana, ambas rubias y además primas. Se le habían insinuado al DaiYōkai con la intención de... Bueno, no de ver Netflix.

Sesshōmaru pasó de ellas como si no existieran, pero la verdad es que no corrieron con la suerte de que cierta bestia pasara de su insinuación.

Quemó viva a una con su Fuego del Hades cuando se burló de él por demandar respeto a su persona, y Sarana corrió con la suerte de no quemarse, pero las garras del Ookami–Inu en su cuello la asustaron lo suficiente.

Y así, Sesshōmaru entendió que esa bestia mansa si era más peligrosa que su hermana.

Los cuatro empezaron a pasar un momento agradable en familia, poco después llegaron Sango, Kikyo, Miroku, Kirara e InuYasha.

Está vez, en ves de hablar sobre lo lindo del cielo, se dedicaron a hablar de Naraku, aprovechando la lejanía de los niños.

Había pasado casi dos meses desde la última vez que vieron a Naraku, y eso los tenía alerta pese a pasar la mayor parte del tiempo parecían disfrutar de la vida, por supuesto, sin dejar de entrenar.

Kagome era más fuerte ahora, pero eso no quería decir que pudiera protegerlos a todos, así que eventualmente el entrenamiento duro en el palacio era obligatorio, aunque eso los llevara a casi reventarle los pulmones un par de veces por lo fuerte que era.

— ¿Que ocurre, Kagome? —preguntó la Taijiya al verla pensativa y algo ida—

— últimamente... Siento como si una presencia del Olimpo viniera y fuera —confiesa—

— Este... ¿Ese no era la capilla de las deidades de Grebia?

Kagome miró a InuYasha queriendo pegarle por su ignorancia. Ya le había dicho varias veces que no era una capilla y no era Grebia. Pero se aguantó.

Hasta Encontrar La Felicidad [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora