Capítulo Final
Había pasado tres semanas después de aquel momento de perdón y sinceridad con mi prima.
Las cosas después de eso estuvieron muy difíciles. Valentina no me hablaba. No me miraba. Incluso me evitaba. Haberse abierto conmigo pareció afectarla los primeros días. ¿Pero a quién no? Quitarse la máscara frente a alguien y mostrarle lo roto que estás por dentro no es fácil.
Pero daba gracias que ya ella comenzaba a aceptar nuestra relación. Estaba cambiando. Valentina ya no era la chica hostil que acostumbraba ser desde que la conocí. Ahora comenzaba a ser una chica amable, servicial, e, incluso, amigable. Nunca pensé que la vería compartiendo momentos con Samuel, hasta que una tarde la encontré en la habitación de mi hermano, ayudándolo a armar un rompecabezas. Las lágrimas rodaron por mis mejillas al ver la escena. No podría negarlo.
Un suspiro suave y delicado me trajo de nuevo a la realidad. Valentina acariciaba su cabello mientras se encontraba acostada en las piernas de Francheska. Ambas, para mi total sorpresa, se habían hecho buenas amigas. Eso me gustaba.
—Creo que iré a terapia —susurró mi prima, masticando un chicle mientras tenía sus ojos verdes fijos en el cielo despejado.
Puse el libro de matemáticas en el suelo y fijé mis ojos en el rostro pecoso de Valentina.
—¿En serio?
Ella asintió.
—Ver la evolución de Samuel debido a las terapias me ha hecho tener la esperanza que yo también puedo cambiar mi actitud y mejorar mi autoestima —susurró—. Necesito ayuda profesional para aceptar como soy y sobrellevar este resentimiento que siento por... mis padres.
Francheska sonrió y comenzó a acariciar la melena roja de mi prima.
—La terapia es muy buena para esto —comentó—. Me siento orgullosa que hayas dado este paso. Sé que todo irá mejorando con el tiempo. A Ann y a mí nos ha hecho bien, ¿cierto? —sus ojos detrás de aquellas gafas de pasta se fijaron en los míos.
Asentí.
—Yo me siento mucho más optimista ahora —confesé—. Y ver la evolución de mi hermano me hace sentir la chica más feliz del mundo.
—Samuel es un gran niño —musitó mi prima, sentándose sobre el zacate del colegio—. Me siento horrible por todo lo que le hice.
Respiré hondo y tomé su mano.
—Todo esto era necesario para formar a las chicas que somos ahora.
Los ojos de Valentina comenzaron a cristalizarsen.
—Pero yo no tenía el derecho de enviar ese video —sollozó, limpiando las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos—. Me odio por habérselo enviado a Karla.
Francheska sacó del bolso su yogurt griego y lo abrió.
—Lo importante es que aprendiste la elección y estás reconociendo tu error —murmuré, aún tomando su mano.
—Y lo más importante es que te alejaste de la bruja presuntuosa —agregó Francheska, dándole un gran sorbo a su bebida preferida—. Por cierto, ¿la han visto? Me sorprende que no nos haya venido a decir alguno de sus envenenados comentarios.
Valentina se secó las lágrimas mientras sonreí y acomodó sus mechones rojos detrás de las orejas.
—Muy fácil —suspiró—. Yo me encargué de ella. Créanme, Karla no volverá a decirles nada.
Francheska y yo compartimos una mirada de confusión.
—¿A qué te refieres? —inquirió la pelinegra.
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Tú, antes que nadie © [Completa]
Teen Fiction✨HISTORIA PARTICIPANTE DEL CONCURSO PGP2024 ✨ Una chica introvertida enamorada del chico popular del colegio. Un chico extrovertido interesado por la chica introvertida del salón. Una chica introvertida envuelta en un triángulo amoroso entre su mejo...