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Abrí los ojos con lentitud al escuchar esa aburrida notificación que me avisaba de la llegada de un nuevo mensaje. Gruñí y me tapé el rostro con la almohada deseando poder recuperar el sueño que hacía poco había perdido. Pero me frustré al no lograrlo. Ni siquiera un sábado podía darme el lujo de levantarme al medio día. Era cansado.
Bostecé y me senté en la cama buscando el celular por debajo de las cobijas. Tenía una rara manía de dormirme con ese aparato en mis manos, y cuando despertaba, siempre tenía que buscarlo porque se me perdía entre las sábanas.
Entre manotazos y maldiciones por lo bajo, finalmente encontré el celular. Enseguida lo desbloqueé y busqué el mensaje que me había llegado. Y claro que una sonrisa patética se dibujó de inmediato en mis labios cuando vi de quien era. Yo seguía siendo patética, eso jamás iba a cambiar. Menos en ese momento.
Noah Williams <3: Buenos días, hermosa. Anoche no pude dormir por estar pensando en nuestra aventura de ayer.
Mi corazón se desbocó.
Así que Noah sí pensaba en mí.
¿¡En mí!?
Yo que no era una Karla con su excelente cuerpo.
Sonreí y tecleé una respuesta.
No podía quedarme sin responderle.
Yo: Tampoco pude dormir por pensar en ti.
Me mordí las uñas, esperando con ansias su respuesta.
Noah Williams <3: No me equivoqué contigo. ;)
Un chillido silencioso salió de mi garganta. Me sentía como esas niñas de trece años que empezaban a vivir la magia de su primer novio. De sentir el cosquilleo de esas mariposas volando dentro de su estómago por recibir atención del chico que les gustaba. Me llenaba de felicidad saber que, finalmente estaba viviendo esa experiencia. ¿Por qué? Pues porque nunca había tenido novio. Siquiera había dado mi primer beso. Como dije anteriormente, yo era la chica que pasaba en la biblioteca y no practicaba ningún deporte. ¿Quién querría estar con alguien así? ¿Y más cuando constantemente se burlaban de mi peso?
Me acosté de espaldas en la cama, mirando el celular sin siquiera poder parpadear. La sensación de euforia que llenaba mi corazón era extrema. Me sentía bendecida. Sí, estaba orgullosa.
Cuando empecé a teclear la respuesta, unos golpes empezaron a resonar en la puerta. Gruñí con fastidio al mismo tiempo que me levanté de la cama y caminé hasta la puerta para abrirla.
Fingí una pequeña sonrisa al ver a mi madre.
—Pensé que estabas dormida —comentó ella.
—Lo estaba —repliqué—. Y en mi quinto sueño, que es aún peor.
Mi madre sonrió y negó con la cabeza.
—¿Tu quinto sueño a las nueve de la mañana?
Volteé los ojos y giré en mi propio eje para regresar a la cama.
Ni un sábado podía descansar de sus impertinentes comentarios.
—¿Me culpas por estar cansada?
—Te culpo por quedarte hasta tarde despierta solo por jugar en línea.
Entrecerré mis ojos.
—¿Me estabas espiando por tu bola de cristal?
Mamá volteó los ojos.
—Ja ja, que graciosa eres, Ann —gruñó. Dejó salir aire por la boca y ladeó la cabeza—. Michael te espera abajo.
Giré de inmediato, abriendo los ojos con sorpresa.
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Tú, antes que nadie © [Completa]
Teen Fiction✨HISTORIA PARTICIPANTE DEL CONCURSO PGP2024 ✨ Una chica introvertida enamorada del chico popular del colegio. Un chico extrovertido interesado por la chica introvertida del salón. Una chica introvertida envuelta en un triángulo amoroso entre su mejo...