Capítulo 7

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Un sonido muy agudo y perdido entre la lejanía, es lo único que escuchaban mis oídos adormecidos.

Pero pronto, empezó a sentirse tan molesto que poco a poco logró despertarme del buen sueño que estaba teniendo.

—¿Pero qué es eso? —murmullo tratando de abrir mis ojos por completo, y finalmente espero a que mis sentidos cobraran vida nuevamente—. ¿Una llamada? —Hacerme esa pregunta fue justo lo que necesité como para volver en sí al instante.

Levanto mi cabeza del escritorio y tomo mi teléfono para responder, pero me di cuenta de que no era el que sonaba.

—Sun-hee, tu móvil está sonando —giro mi cuello para verla y veo cómo se encontraba totalmente dormida, sentada en el suelo y con su cabeza recargada en la cama—. ¡Sun-hee! —hablo en un tono más alto.

—Mande —suelta un quejido muy por lo bajo sin abrir aún los ojos.

—¡Tu teléfono! —Dicho esto, comienza a buscarlo con sus manos hasta encontrarlo, y contesta después de algunos segundos.

—¿Annyeonghaseyo?

—Está bien, de acuerdo —vuelve a hablar después de algunos minutos —. Y una cosa más, tráeme dos cafés por favor —dice, y finalmente cuelga la llamada.

—¿Quién era? —trato de averiguar con suma curiosidad.

—Gyeong-hui. Tenemos que prepararnos porque estará aquí pronto.

—Me tomaré un baño. —Me levanto de inmediato de la silla, pero al voltear mi cuello demasiado rápido escucho cómo un tronido salía de él—. Ay por Dios. Sun-hee ¿escuchaste eso?, mi cuello trono, debes revisarlo.

—Ven acá. —Me acerco a ella con cuidado y le da un vistazo—. No le pasa nada, se encuentra bien.

—Por un momento sentí que no lograría moverlo más.

—No seas exagerada.

—Jamás me ha sucedido algo como esto. Supongo que fue por haber dormido en una mala posición.

—Dímelo a mí, que sin sentir me quede dormida aquí sentada —hace una pausa y luego continúa—. A propósito, ¿cómo te fue anoche?

—Fatal, casi no entendí lo que decían tus libros.

—Quizás deba darte un libro más sencillo de entender.

—Te lo agradecería mucho si lo hicieras.

—Bien, buscaré uno. Tu mientras ve a darte un baño. —Me hace una seña para que me levante del suelo.

—Gracias.

Sin dudarlo, me levanto y camino hasta mi pequeña maleta donde traía ropa y algunas cosas de aseo personal. Tomo lo indispensable y entro al baño para darme un buen baño.

Se sentía tan bien cayendo el agua sobre mi cuerpo que no deseaba salir tan pronto, pero desgraciadamente, tenía que hacerlo para dejar el baño disponible para Sun-hee.

A prisas, me visto y me envuelvo una toalla sobre mi cabello para salir del baño, solo que al hacerlo Gyeong-hui aparece en la habitación.

—Hola chicas, ¿cómo están? —Se apresura a decir en cuanto nos ve.

—Hola, de maravilla ¿y a ti? —Le responde Sun-hee mientras cerraba su closet con una muda de ropa entre sus manos.

—Estoy muy bien. Miren, les traje sus cafés. — Nos enseña una bolsa de papel y saca dos envases, entregándole uno a mi compañera y después el otro a mí.

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