Capítulo 8

15 3 0
                                    

La mañana siguiente no pensé que fuera a ser tan agotadora. Me levanté más tarde de lo habitual por haberme dormido en plena madrugada, y necesitaba realizar algunas cosas.

Tenía como punto principal, buscar todas mis pertenencias por toda la casa y alzarlas en mi maleta, después, comería algo rápido para ponerme a repasar un poco más todas mis notas, ejercicios, entre otras cosas que se encontraban en el cuaderno, y finalmente me daría un buen baño antes de irme a casa.

Sería un día corto, pero tenía que aprovecharlo...

Luego de haber revisado cada rincón de la casa, finalmente, salgo de la habitación donde me he dado la oportunidad de dormir en algunas ocasiones y bajo las escaleras con mi maleta lista entre mis manos.

Decidida, me dirijo a la cocina dispuesta a prepararme algo de comer, pero descarto la idea en cuanto se me viene a la mente que las chicas no tardarían en volver de sus universidades. Lo cierto era, que no me alcanzaría el tiempo para preparar una buena comida si quería sorprenderlas, así que mejor opté por la idea de pedir algo a domicilio en una de las aplicaciones que Gyeong-hui me había recomendado no hace mucho tiempo.

—¡Olivia! —Un grito de Sun-hee hace que vuelva a la realidad y salga de la cocina de inmediato.

—Mande.

—¿Pero qué es esto? —señala mi maleta sin despegar su vista de la mía.

—Me iré hoy.

—No es necesario que lo hagas. O bien, puedes hacerlo cualquier otro día, no hay prisa.

—Lo sé, solo que no quiero sentirme como si me estuviera aprovechando. Han sido muchos días que he estado aquí, ya debo regresar a casa.

—Olivia solo han sido algunos días. Además, me gusta tenerte de compañía. —Se cruza de brazos y hace una mueca en su cara que me provoca sonreír.

—Prometo venir a visitarte seguido.

—Más te vale.

—¿Cómo están? —pregunta Gyeong-hui una vez que entra por la puerta principal.

—Muy bien —respondo—. A propósito, pedí comida así que esperenla mientras subo a la habitación por mis cosas para estudiar.

Dicho esto, me encamino escaleras arriba, pero me detengo cuando escucho hablar a Sun-hee.

—Pero si habías dicho que te sabías todo.

—Claro que me lo sé, solo quiero repasar todo por última vez. —Le hago saber y continuó mi camino.

NO ENTENDÍA POR QUÉ mi cuerpo me traicionaba de esta manera. Estaba tan nerviosa y desesperada que tenía miedo de que pronto me diera un paro cardiaco. Y más que eso, tenía miedo de que perdiera ese trato y que al final de todo no pudiera vengarme de la manera que quería.

Sin dudarlo, me levanto por tercera vez del sofá de mi casa, y comienzo a caminar de un lado a otro. Esto de esperar a que se llegará una hora para hacer algo no era lo mío. Me desesperaba totalmente.

Sun-hee y Gyeong-hui se habían ido hace algunos minutos, pero no sin antes haberme dado mil consejos, ánimos y haberme deseado suerte. Solo que todo eso no había funcionado lo suficiente ya que conforme pasaban los minutos me ponía cada vez más inquieta e impaciente que antes.

Faltando tan solo unos minutos para que la hora acordada finalmente llegará, salgo de mi casa con la intención de esperar al chofer de Seong-jin, pero me llevo tamaña sorpresa al verlo de pie al lado del auto.

Cuando mi cerebro logra reaccionar después de algunos segundos, decido encaminarme y subir al coche color negro, dejando que recorriera calles y lugares enteros para llegar a la casa donde al parecer vivía ese chico.

Idiomas DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora