Capítulo 10

13 3 0
                                    

Después de que me abandonaran a mi suerte en casa de Seong-jin, no tuve más remedio que ingresar para saber qué otra molestia me daría.

Y por supuesto que esto no se quedaría así, luego les preguntaría a esas dos chicas por qué tomaron la decisión de hacer tal cosa. No puede ser posible que mis amigas no tuvieran consideración conmigo después de haberles contado todo lo fastidioso que era esto.

—¡Oye!, ¡¿dónde estás?! —pregunto a lo alto, en cuanto entro a su habitación y mi vista no lo ve por ningún lado.

—¡Ahora voy! —Lo escucho decir desde algún rincón.

—Aparte de que me pides que venga, tengo que tolerar esperarte.

—Ni siquiera me lleve un minuto. No puedo creer lo buena que eres haciendo dramas. —Se apresura a decir mientras aparece en mi campo de visión.

—Cállate. —Desplazo un poco las palabras—. Y ahora dime, ¿qué es lo que quieres?

—Tengo hambre. Quiero que me hagas algo de comer.

—Enserio ¿me llamaste para eso?, apuesto a que tienes a muchas personas que pueden hacer eso por mí.

—Si entiendes que si te llamé a ti en especial fue por algo, ¿cierto?

—Sigo pensando que no necesitabas hablarlo hecho. Fue una completa pérdida de tiempo porque no sé cocinar. —Miento.

—Aish —pronuncia con fastidio—. Bien, entonces dile a una empleada que te enseñe.

—De acuerdo. —Subo mis brazos a la altura de mis hombros y salgo de la habitación.

No tenía pensado seguir discutiendo con él en vano, así que solo trate de hacerle pensar que lo haría.

Estaba claro que no sería yo quien le cocinaría; se lo pediría a cualquier persona con quien me topara en esta casa.

Me encamino hasta la cocina al no ver a nadie a la vista, y me encuentro con un par de chicas jóvenes vestidas con uniformes de cocinera.

—Ay hola. Seong-jin me pidió que le dijera a alguien que le preparara algo de comer, ¿podrían hacerle algo por favor? —Les digo, y luego veo cómo cruzaban miradas una con la otra antes de hablar.

—Oh, por supuesto —informa una de ellas.

Lo cual fue también lo único que necesité escuchar para tomar asiento en una silla, dispuesta a esperar a que la comida estuviera lista.

No supe con exactitud cuánto tiempo fue el qué pasó, pero se me hizo demasiado pronto para cuando la chica me dijera que ya estaba hecha.

Sin más tiempo que perder, le agradezco, y le regalo una linda sonrisa antes de llevar a la habitación la bandeja de metal con toda la comida encima.

Al estar frente a la puerta, llamo a Seong-jin para que me ayudara a abrirla, ya que me era imposible por tener mis dos manos ocupadas.

—Aquí tienes, ahora me iré. —Le comunico en tanto le pongo la bandeja sobre la mesa que estaba al centro de un par de sofás.

—Aún no puedes hacerlo. Me acompañarás al parque temático de lotte world esta noche.

—¿Qué? —suelto en casi tono de pregunta luego de escuchar tal cosa.

Debía ser una broma, acaso ¿me estaba invitando a salir o algo parecido?

Y aunque fuera así, no sé si debía sentirme feliz o simplemente rechazar su idea. Y no lo decía precisamente por él, sino por ese lugar tan famoso de Corea que ansiaba por conocer desde hace tiempo.

Idiomas DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora