Capitulo XVIII: " Es noche de subasta"

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No deseaba permanecer un minuto más en el palacio

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No deseaba permanecer un minuto más en el palacio. Frustrado y enojado, salió de la sala en lo que terminó la reunión. Anduvo sin hablar con ninguno de los consejeros o ministros, tampoco deseaba ver a su padre, quien estaba seguro, lo había usado para sus fines bélicos. Se sentía un estúpido.

Sin embargo, se prometió a sí mismo que haría todo lo posible por mejorar las condiciones de Illagarorg y las salinas. Ojalá conociera personas de su confianza que pudieran ayudarle y no tuviera que depender de las que le recomendara su madre. Necesitaba alguien íntegro para que administrara las salinas ahora que Vilborg había sido apresado.

Tal vez Arlan pudiera sugerirle a alguien.

Recorrió las amplias galerías abovedadas sumido en sus pensamientos y cuando se dio cuenta había llegado casi sin notarlo a las dependencias de su madre. Antes de irse quería despedirse de ella. La encontró en la antecámara de sus aposentos.

—Madre. —La saludó Karel con una reverencia.

La sorcerina se hallaba sentada frente a una pequeña mesita con otra mujer joven, ambas tomaban té en primorosas tazas de porcelana blanca y dorado.

—Karel, acércate —le solicitó su madre extendiendo el brazo hacia él—. Quiero presentarte a lara Jonella Hagebak, ella es la hija de lars Nilse Hagebak, el enviado de Augsvert aquí en Vergsvert.

El príncipe observó a la joven, una muchacha de piel acanelada y cabellos castaños. Se inclinó ante ella con una sonrisa.

—¡Jonella, que bueno verte de nuevo! Nos conocimos en el palacio Adamantino, madre, Jonella iba un curso por encima del mío. No pensé encontrarte aquí.

La joven sonrió y miró a lara Bricinia con algo de complicidad.

—Apenas supe que habías regresado, quise saludarte. Tu madre me recibió y me dijo que estabas en una reunión con Su Majestad.

De inmediato, la sonrisa en el rostro del príncipe cambió a una expresión seria.

—Sí, necesitaba informarle de unos asuntos.

—Cómo te decía, Jonella, Karel es el señor de Illagarorg, es la región aledaña a la costa. Ha tomado posesión recientemente. —Su madre curvó los labios en una sonrisa luminosa—. Hijo, deberías preparar una pequeña reunión en tu palacio. Así podrás recibir Jonella y a su padre y a otros augsverianos que viven aquí en Vergsvert. Acabas de llegar al reino y relacionarse siempre es bueno, mucho mas con sorceres como tú.

Karel consideró la oferta. Una fiesta no era algo que le llamara mucho la atención, pero sería una buena forma, tal como decía su madre, de conocer personas y tal vez encontrar algunas dignas de confianza que le ayudaran en su trabajo.

—Estaré encantado de recibirte a ti y a tu familia, Jonella.

—¡Perfecto, entonces! —Aplaudió su madre antes de beber un sorbo de té de su taza—. Te ayudaré en lo que necesites, sobre todo con la lista de invitados.

El amante del príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora