Primera lunación del año 104 de la era de Lys. El Dragón de fuego, Feriberg, reino de Vergsvert.
—¿Y bien? ¿Por qué nos han mandado a llamar? —preguntó Lysandro tomando asiento en la mesa de madera, al lado de Hazel y frente a Nolan.
Fue Hazel quien contestó mientras enrollaba un mechón de su cabello castaño en el índice derecho.
—¿Por qué va a ser? Nueva mercancía.
—Mañana será la subasta —intervino Nolan con la mirada al frente, aguardando la entrada de los nuevos—. No te enteras de nada nunca, Lysandro. Protegido en tu pequeña casita, cuidando de tu hermanita.
El esclavo de cabello negro lo miró de soslayo, ya estaba acostumbrado al resentimiento en las palabras de sus compañeros por ser el único con una vivienda, así que no replicó al sarcasmo del comentario. En silencio llevó el rostro al frente, igual que todos, para esperar la aparición de los que serían subastados.
La gruesa humanidad de Sluarg fue la que entró primero.
—Bien chicos, como sabéis mañana La Señora dará una fiesta —empezó a hablar el kona—, para ello todos deberéis engalanaros de la mejor manera. Quienes no seáis solicitados os pasearéis por el salón, y atenderéis a los invitados. Mañana no todos los habituales clientes tendrán acceso al Dragón de fuego, solo un grupo seleccionado ha sido invitado por La Señora.
—Claro, los que tengan más oro para gastar —se burló Nolan en voz baja.
—Se llevará a cabo la subasta, pero no os desaniméis. Como bien sabéis, hay muchos clientes que prefieren la experiencia ante la novedad, así que todos tendréis la oportunidad de encantar y, dado el clima que reinará, podréis obtener jugosas propinas de acuerdo a vuestro desempeño. Así que esforzaos en ser seductores y complacientes.
—¡Mañana es el día! —dijo Hazel con ojos emocionados—. Siempre saco buenas propinas de las fiestas aunque no me subasten. He reunido una pequeña fortuna, pronto tendré lo suficiente para comprar mi contrato.
Nolan apuró el vaso de jugo que tenía frente a él.
—Suerte que tienen ustedes, los niños bonitos —dijo refiriéndose a Hazel y Lysandro, pero sin apartar la mirada oscura y resentida del kona—. Yo tengo que contentarme con los pobres, los que apenas tienen con qué pagar.
—Eso no es cierto —replicó Hazel mientras acariciaba el dorso de su mano—, eres muy guapo. Si te esforzaras más, como hago yo...
Nolan bufó y miró con una sonrisa amarga al joven esclavo.
—Tú lo disfrutas, ¿no es cierto? ¡Cada vez que uno de ellos te folla, lo disfrutas!
Lysandro contempló como la expresión ilusionada en el rostro de Hazel se hizo trizas para dar paso, en su lugar, a otra triste y confundida.
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El amante del príncipe
FantasiaEn un reino cruel donde la homosexualidad está prohibida, el príncipe se enamora de un esclavo. ********** El príncipe Karel, cuarto en la línea al trono, no tiene opción a gobernar Vergsvert, su reino. Cuando regresa luego de completar s...