ɴᴏ ᴍᴀʟᴛʀᴀᴛᴇɴ ᴀʟ ʀᴏꜱᴀᴅɪᴛᴏ

Capítulo 15

Ravi tiró de la cuerda de la cabecera.

Al cabo de un rato, Jenny entró y trajo un mensaje para del ducado de Enoch y el pijama de Akkad.

Ravi se quedó en la cama a la espera de Akkad.

—¿Qué ha pasado? ¿Sólo has venido a jugar?

Estaba medio angustiada, y medio alegre por poder dormir bien esta noche.

fufu. La alegría de poder dormir profundamente nunca supuso el 90% de ella.

Ravi se abrazó a la almohada y asintió para sí misma.

Akkad, que se había cambiado de ropa, se acercó a la cama con una mirada vacilante.

Se subió y se sentó, e inmediatamente le agarró su mano.

—¿Qué ha pasado?

Akkad negó con la cabeza.

Luego cogió un puñado de mi cabello.

La cara de Ravi se endureció al ver cómo Akkad jugueteaba con mi cabello durante un rato.

No era raro que Akkad estuviera tan apagado.

Es agradable tener una sonrisa brillante.

Ravi dejó escapar un pequeño suspiro, y Akkad se estremeció alzando la cabeza.

Al ver que se estremecía incluso ante la más mínima acción, parecía que había algo.

—Dime. ¿Por qué haces eso?

—¿... ...soy... ...desagradable?

No pude escuchar lo que decía por la voz arrastrada.

—¿Qué te disgusta?

—¿Ahora Ravi me odia?

Ravi soltó la mano de Akkad, le envolvió las suaves mejillas y lo hizo mirarla.

—¿Quién ha dicho qué?

—... ... Oh no, no es así... ... .

¿... no es así? La cara contorsionada, como si intentara contener las lágrimas, era lamentable.

Ravi reflexionó sobre si alguien podría decirle algo así a Akkad.

Que yo sepa, nadie más que su primo.

—¿Fue tu primo?

Se estremeció. Hubo una respuesta inmediata a esa sola palabra.

Ravi soltó una pequeña palabrota.

Estaba dispuesto a darle una paliza si no podía, pero no has venido, ¿hiciste y enviaste a tu hijo así?

—Akkad. ¿Qué has oído? ¿Huh? Dime.

Akkad se mordió el labio hasta que se puso blanco, luego me miró una y otra vez.

Ravi esperó a que Akkad hablara primero.

Si lo escuchas, tendrás que vengarte.

—No me necesitas ahora.

Ravi apretó los dientes y dejó escapar una pequeña palabra dura.

No es necesario. Ravi se aterrorizó ante la palabra "necesitar'', pero continuó con descaro sus pensamientos.

Ravi levantó las comisuras de los labios con hosquedad y dijo.

—Akkad. Escucha.

—Sí.

—No te odio.

—Sí... ... .