Capítulo 3

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−Sé lo que te gusta. Mi hermano y yo tenemos el mismo color de cabello y de ojos... ... .

−No es así.

Ravi se sorprendió un poco de que Akkad cortara sus palabras.

La voz que decía que 'no' era bastante firme.

−¿Qué pasa?

−Es diferente a Werner-hyung.

−uh... ...vale.

Lo siento. Parecía que se sentía mal por decir que me parecía a la persona que le gustaba.

Ravi, que pensó que no era una buena sensación, miró a Akkad y golpeó el asiento de al lado con la palma de la mano.

Akkad movió las caderas.

Ravi agarró la mano de Akkad y lo acercó.

−Hey-

−¿Por qué te sorprendes tanto? Túmbate.

Ravi alargó la mano hacia Akkad, que estaba tumbado a su lado.

Aunque sólo le tocara el cabello sin sostener su mano, pensé que podría dormir bien.

Se sentía bien tener su suave cabello enredado en los dedos.

Akkad parecía odiarlo porque su cabello era rosa, pero a Ravi le gustaba.

−No toques mi cabeza...

−No. Si sigo tocándola, definitivamente se derretirá, así que está bien. Me gustaría que mi cabello también fuera rosa.

−Me gusta más el color de tu cabello. Es como el sol.

Un pequeño murmullo añadió que su cabeza es susceptible de derretirse cuando se expone a la luz del sol.

Ravi sonrió agradablemente y acarició la cabeza de Akkad.

Luego, al ver la cicatriz en el dedo, ladeó la cabeza.

Antes le había cogido la mano, pero la criada lo cogió y lo arrastró al baño, así que la herida no parecía haber cicatrizado.

Ravi seguía pensando en ello y, de repente, se preguntó cuán efectivo sería besarse en lugar de tomarse de la mano.

Recordó que la capacidad de curación de Akkad dependía de la intensidad del contacto.

−Akkad.

Akkad puso cara de angustia al oír su voz baja.

Cuando Ravi agarró la muñeca de Akkad y lo acercó, éste se dejó arrastrar de mala gana.

Akkad siempre pensaba lo mismo cada vez que Ravi se lo llevaba.

Porque Ravi es débil. Podría hacerse daño si ponía oposición.

Encima, Ravi tenía que tirar con fuerza, y era tan débil que era como ir solo.

Estaban justo delante de la cara del otro.

Ravi miró a Akkad y reflexionó brevemente.

Los ojos grises plateados estaban demasiado acuosos como para pensar realmente en intentarlo.

Todavía no he hecho nada. ¿Por qué?

¿Por qué un niño de siete años es tan observador?

Ahora que soy joven, es posible. No podré besarte cuando sea mayor.

Akkad lloraba porque el rostro sombrío de Ravi le daba miedo, pero Ravi no lo sabía.

−Akkad. Mira mi cara.

ɴᴏ ᴍᴀʟᴛʀᴀᴛᴇɴ ᴀʟ ʀᴏꜱᴀᴅɪᴛᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora