ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴏʟᴀ

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Derek tiene el ceño fruncido, la mandíbula apretada y sus ojos son más oscuros que verdosos.
Da un aire de un mafioso de cuidado, desprendiendo una vibra fría que dice a gritos que no te acerques.

Me dedico a observarlo, en lo que él toma su tiempo para decidir darme la razón... Porque tengo razón, y aunque no me la dé por orgullo, en el fondo sabe que la tengo.

Su cabello es oscuro, tan oscuro como las noches sin luna que, a pesar de no tener a la luna, aun así brilla. Su barba está perfectamente afeitada, de tal forma que le contornea el rostro y le da el toque de hombre rudo.

Es entonces cuando comprendo y no puedo evitar esbozar una sonrisa.

Él es el mayor del grupo de jóvenes, lejos de Peter, Chris, Melissa y el padre de Stiles. Tiene la errónea idea de que por su edad debe ser el que los guíe, pero...

—Ser un líder no tiene que ver solo con el estatus, sino con la sabiduría. Para ser un buen líder debes ponerte en la posición de los demás y tomar las decisiones en un rango de cosas que los demás harían. —mi sonrisa crece más. — Incluso si Scott es el alfa, no parece ser quien los guía.

>> Su líder es Stiles, sabe sus virtudes y debilidades, y elabora un plan de acuerdo a esas cosas. Tu solo los ves como adolescentes y humanos que corren riesgos, pero Derek, Stiles tiene mucho potencial aún sin activar su chispa. —por un momento el recuerdo de Bella Swan pasa por mi cabeza. — Lo que nos hace perseverar, no son los poderes que nos hacen diferentes. Es por proteger a las personas que queremos.

El Loft vuelve a hundirse en un silencio por cinco minutos más o menos.

Causándome un deseo de tener el don de Edward Cullen para saber que piensa la persona frente a mí.

—Tú, no tienes nadie a quien quieras aquí, y vas a luchar. —suelta Derek de repente.

Sus palabras me toman con la guardia baja, porque de cierta forma tiene razón.

No podía explicarle que una fuerza más poderosa, sobre la que no tenía control, me había hecho quererlo. Que estaba magnetizada a él y que mi supervivencia estaba ligada a la de él.
No podía explicarle la imprimación sin que sonara como que alguien me obligaba a estar con él.

Y no era la forma en que quería que sucediera, quería quererlo de verdad, conocerlo lo suficiente para saber que mi enamoramiento no es solo por los hilos invisibles que me ataban a él.

Que si le pasaba algo, mi corazón dolería tanto por la perdida y sería consciente de la clase de persona que estaba perdiendo.

—Supongo que es hora de hablar de los destinados.

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—Estoy odiando mucho California —exclamo al aire, mientras sacudo ligeramente mi blusa de tiras para darme aire.

—¿Por? —pregunta Theo, Liam y él están viendo una película en la computadora del más pequeño.

—Hace demasiado calor.

Los dos me observan con confusión en sus rostros, y luego se observan entre ellos.

—Para nosotros está bastante normal y tranquilo.

—¿Tal vez vienes de un lugar frío? —consulta Theo, y yo asiento en respuesta. —Puede ser por eso, no estás acostumbrada a los climas cálidos.

Ambos regresaron su atención a la película, mientras yo fruncía el ceño.

El clima no podría ser un problema, mi temperatura corporal alta era un regalo heredado que permitía que no muriera: ni de hipotermia, ni de golpes de calor. Aun cuando no tenía los 43 grados centígrados de un metamorfo, si tenía los 40 grados centígrados de la rareza de semivampiro metaformo, que eran bastante buenos también.

Tal vez, al tener algo del gen metaformo de lobo en mis genes y el estar cerca de wolfsbane hace un día, estaba haciendo un envenenamiento con efecto retardado y mi sistema trataba de aumentar la temperatura para destruir lo que me estaba haciendo daño.

Estaba lavando mi cabello, tomando una ducha de agua fría, a punto de entrar en pánico por un posible envenenamiento que causaría mi muerte, cuando mi temperatura se estabilizó, ya no sentía el calor sofocante.

Fue inevitable no soltar un suspiro de alivio, pero el alivio no duro mucho, al ya no tener que preocuparme por un envenenamiento, fue muy sencillo que la conversación de hace unas horas con Derek Hale se abriera paso por mi perspicaz mente. Una gran maraña de dudas empezó a formarse, por primera vez mi mente no estaba buscando algo nuevo que aprender, solo buscaba una decisión lógica a mi futuro.

Lastimosamente, esto no se trataba solo de lógica, había dos fuerzas más poderosas que también tomaba parte. 

Una, la magia de la imprimación o los destinados, como Derek lo había llamado, no nos obligaba a estar de una forma romántica, pero si nos ligaba, lo que significaba que era imperativo estar cerca y pendientes del otro. Dos, la primitiva atracción, no es mágico y es bastante natural que suceda, al final de cuentas Derek es un hombre bastante atractivo.

Ambas hacían que una decisión lógica de alejarme de Beacon Hills no fuera la decisión más llamativa.

Mi duda radicaba en lo que realmente significaba estar imprimado y ser destinado, es decir, lógicamente hablando, ambas solo te dicen que la otra persona es biológicamente perfecta para ti, de tal modo que sus genes son los adecuados para heredar los tuyos o a su vez mejorarlos. También dicen que es tu pareja perfecta con la cual la relación sería perfecta.

Y yo creía en eso, porque tenía muchas historias de amor mágico en casa, pero tal parece que Derek Hale no poseía la misma creencia, aun cuando los destinados eran algo real, también eran un mito en Beacon y en la vida de Derek. En cuyo corazón, parecía ya alguien había ocupado ese lugar y él lo había creído tanto, que no me dejaría entrar con tanta facilidad.

Resulta que yo ya había perdido a Derek antes de nacer y él simplemente ha decidido que si yo me quedo en Beacon, no me dará la historia de amor que quiero.


MUNDOS CRUZADOS || DEREK HALE ||CREPÚSCULO ft TEEN WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora