Camino con rapidez junto a Theo, los demás siguiéndonos de cerca, el bosque siendo iluminado por la tenue luz de luna y que, de no ser, por la naturaleza vampírica y lobuna en mí, no vería absolutamente nada. De pronto, me llega ese olor, aquel olor dulzón y llamativo de un humano, quien seguramente cuida muy bien su alimentación y por ello desprende tan delicioso aroma, el olor de la sangre es fresca y puedo asegurar que apenas acaba de ser herido, pero sigue vivo.
Hago mi asombro al verlo, ahí en la gruesa rama del árbol un hombre colgado, de unos cuarenta años, su olor delata que no es del todo humano, pero mi asombro es por lo que veo un poco más allá, en el tronco un joven, con no más de unos diez años, a quien le brota sangre de la boca y de un orificio en su pecho, por donde cruza una flecha enganchándolo al árbol.
Lágrimas involuntarias, empiezan a recorrer mis mejillas, lágrimas por el sufrimiento que desprende el pequeño, el niño humano.
Me acerco con toda la rapidez posible hacía él y lo reviso con cuidado. -Vas a estar bien. -no dejo de repetirlo mientras busco una manera de ayudarlo, puedo salvarlo, trato de recordar todo lo que se sobre medicina, lo cual no es mucho porque apenas tuve un año de lecciones con Carlisle. La voz de Derek llamando a una ambulancia me dan esperanza, mientras Melissa también se acerca a observar -Vas a estar bien. -repito y entonces un quejido sale del pequeño, quien estira su mano ligeramente, yo la tomo, deseando poder absorber su dolor y que no sufra más, pero eso es imposible.
Al menos, para mí era imposible, porque apenas unos segundos después, tenía a Derek sobando mi espalda y, tomando la mano del pequeño frente a nosotros, sus venas se empezaron a poner negras, llevándose consigo el aroma y el rostro de sufrimiento del pequeño, hasta que este soltó su último aliento y entonces pude permitirme soltar un sollozo, había muerto.
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-¿Tu poder es encontrar cuerpos? -dice el sheriff Stilinski -Porque me vendría bien alguien como tú en la comisaría.
El padre de Stiles, lleva varios minutos haciéndonos preguntas, y yo sigo sin prestarle atención, mirada sigue pegada a la ambulancia donde metieron el cuerpo del menor de edad y mis pensamientos siguen volando, intentando entender cómo pueden pasar cosas así. Derek no se ha separado de mí, y es quien responde cada una de las preguntas que me hacen, manteniéndose con su mano en mi espalda, dándome todo el confort que necesito mientras me abrazo a mí misma.
Jamás había sentido aflicción en mis pocos años de vida, en gran parte porque no había perdido a nadie aún, ni había visto a un ser querido herido o sufriendo. Así que esta sensación me abrumaba, no solo por ser nueva, sino porque, se había producido por un niño que no conocía de nada, tal vez, el hecho de que pudo haber sido Aj es la razón de todo.
Imaginarme a mi pequeño hermano, siendo atacado en medio del bosque, sin poder defenderse, porque solo es un niño y aún vive en un mundo donde mamá y papá son como los superhéroes de las historietas, que lo lastimaran tanto y lo dejaran a su suerte colgado y desangrándose y, finalmente, que no lo encontremos hasta que sea demasiado tarde, que muriera solo, que sufriera solo.
No era de las imágenes más agradables y definitivamente tenían algo que ver en mi aflicción.
Pero eso no era todo, esa no era toda la razón, porque no solo me sentía afligida, sino impotente, porque no pude hacer nada para salvarlo, porque no estuve allí para defenderlo, porque no pude ser ese brillo de esperanza que el pequeño necesitaba. Porque dejamos que pasara, cuando deberíamos protegerlo, deberíamos ser el rayo de esperanza que necesitaba ese niño.
Más esto no era Forks, y ese grupo de amigos, aun eran un enigma para mí.
Derek me acompaño a mi casa, siguiéndome en silencio en medio del bosque, tomando mi mano porque no prestaba la suficiente atención como para no tropezar con algunas ramas. No fue hasta cuando llegamos a mi vacío hogar que me abrazo, rodeando mi delgado cuerpo entre sus musculosos brazos, apegándome hacia él, obligándome a ocultar mi rostro en su cuello para inspirar su delicioso y reconfortante aroma.
Fue entonces cuando llore desconsoladamente, escuchando las suaves palabras que Derek me decía mientras daba caricias a mi cintura, pero mi mente no dejaba de divagar.
¿Quién haría algo tan monstruoso?
¿Quién sería capaz de aniquilar a un niño?
Y la respuesta era tan clara, como el hecho de que hay monstruos peores que los seres sobrenaturales, porque nuestra raza no define la clase de persona que somos, no, lo definen nuestras acciones. Y ese pequeño niño, solo había tenido la mala suerte de ser adoptado por una pareja de licántropos, unos padres asombrosos que le dieron todo el amor que pudieron y lo mantuvieron alejado de lo sobrenatural porque esa vida no era tan bonita.
No con cazadores desalmados, que ni siquiera pueden valorar la inocencia de un niño para decidir asesinarlo, no con gente que no tiene conciencia y no siente culpa por el daño o la maldad que causan. No con gente dañada y perversa teniendo más poder del necesario.
Pero, no era bonita en ningún caso, porque sin importar la especie, había alguien lo suficientemente psicótico y enfermo para hacer daño por puro placer, por creerse mejores.
Y, aunque no existan muchas almas puras como Scott McCall, o Seth Clearwater, si existíamos suficientes buenos como para tomar la justicia en nuestras manos, porque había un límite, y Monroe ya lo había cruzado.
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MUNDOS CRUZADOS || DEREK HALE ||CREPÚSCULO ft TEEN WOLF
Fiksi PenggemarRenesmee Cullen y Jacob Black, tuvieron una hermosa hija de cabellos cobrizos dorados y ojos verde esmeralda. Sarah Elizabeth Black Cullen, tiene lo mejor de dos criaturas fantásticas, mitad lobo y mitad vampiro. Y aunque apenas está terminando su...