REFUGIO
La casa de mis padres se convirtió en mi refugio durante el fin de semana. Después de la ida de Roberto, estar en el departamento sola fue insoportable. Al punto de que no me importara llamar a mi madre y seguramente haberla preocupado con mi petición de quedarme con ellos. No lo había hecho desde que me mudé. No obstante, no hicieron preguntas y se enfocaron en expresar lo felices que estaban por tenerme allí.
Como mi habitación era el estudio de pintura de mi madre, me tocó dormir en un colchón inflable. Pese a ello, no había otro lugar en el que me imaginara estar al sentirme tan perdida. Comida y abrazos de mamá, dulces y chistes de papá, y la suavidad del oso de peluche que no pudieron regalar.
Sabía que era imposible quedarme para siempre. El lunes debía regresar a mi vida adulta y afrontar las complicaciones de serlo. Sin embargo, mientras tanto, me permitiría acurrucarme rodeada de arte y lamentándome por no haber elegido distinto.
Sin tener sueño por apenas ser la mitad de la tarde, decidí entretenerme un rato revisando las redes sociales. Había bajado para compartir otro rato con mis padres, pero los vi cariñosos en la sala y no quise interrumpirlos. Ya estaban acostumbrados a vivir solos. Fue agradable ser testigo de lo enamorados que seguían.
Fotos de moda, de platillos y de lugares turísticos fue lo que abundó entre las publicaciones. El rostro sonriente de uno que otro familiar se asomó y me pregunté si los que rondaban mi edad ya tenían todo resuelto, como yo pensé ingenuamente que lo tendría a esas alturas. Pero, la vida se encargó de sacudirme para recordarme que no podía controlarlo todo.
En medio de mi intento por distraerme, me llegó la notificación de un mensaje de Christian.
Hola
Me quedé viendo ese saludo por un minuto entero, entre esperando a que agregara algo más y decidiendo si lo animaría a iniciar una conversación. Cuando no envió nada más, bloqueé el celular y lo puse en el suelo para no verlo. Lo mejor era resistir y no responder. No podía haber un nosotros, ni siquiera habiendo descubierto lo de Roberto y Micaela.
Se oyó una vibración y la luz de la pantalla del celular alcanzó mis ojos. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Batallé contra las ganas de ver qué más había puesto. Sucumbí.
Mi intención no es molestarte
Te escribo porque no quiero que dejes de ser amiga de mi prima por mi culpa
Ella está preocupada porque no contestas ni sus llamadas, ni mensajes
Tampoco los de Roberto, ni el correo de Mariela preguntándome sobre ese tema del que quise comentarle. No me nacía hablar. Solo estar con mis padres y conmigo.
Por lo menos lo dicho por Christian me alivió un poco. Azucena no había descubierto lo nuestro, ni intentaba reclamarme. Lo más probable era que quisiera contarme algo sobre Braulio o su ex.
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Ataduras del Pasado [COMPLETA] | A Destiempo I
RomanceLaura lleva años con su primer novio; el hombre perfecto, el que su familia adora y sus amigas envidian. Lo ama. Eso se dice. Sabe que fueron hechos el uno para el otro, porque comparten los mismos gustos, las mismas metas y nunca discuten. Sin emba...