Capítulo 1. La nueva empleada.

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AVISO IMPORTANTE:

Esta es una historia escrita con fines de entretenimiento y sin lucro, hecha de un fan para fans del manga y la serie "Miss Kobayashi's Maid Dragon" (小林さんちのメイドラゴン). Los sucesos y acontecimientos descritos no son parte del canon de la obra original. La mayoría de los personajes presentes son propiedad de su autor "Coolkyousinnjya" (クール教信者).

ATTE: SeñorRandom65.

P.D: Si deseas leer mi historia en un otro formato, puedes visitar mi Twitter @SirRandom65, en el dejare un link en Google Drive, citando las referencias con las que me inspire para escribir algunos capítulos, además de colocar notas al pie en el texto explicando contenido de la obra.

Capítulo 1: La nueva empleada. (El negocio está en buenas manos, ¿no?)

Aida Taketo es un estudiante japonés de preparatoria de 16 años de edad, 1.72 cm de altura, un poco más de la estatura promedio, de cabello desordenado y ojos castaños, una persona seria con una mirada de desinterés casi para todo, la mayoría del tiempo usa la ropa de su escuela y los días de descanso se viste de forma casual, su vida no es nada fuera de lo común, sus calificaciones se encuentran dentro del promedio, no se destaca en ningún deporte ni tiene alguna condición física excepcional, realiza sus deberes y su tiempo libre lo disfruta realizando sus actividades favoritas, solo o con su amigos. Si hay algo en lo que es popular es que su familia dirige una tienda de dulces llamada Oboro, todos los niños y adultos del vecindario conocen el lugar, un negocio familiar de casi 3 generaciones. A diferencia de su abuela, que disfruta de atender el negocio, Taketo no muestra interés alguno en él, ni tampoco tiene intenciones de ser la siguiente generación en tomar las riendas del lugar, la idea de trabajar ahí le parece aburrida, eso pensaba hasta que un día como cualquier otro hizo una visita al negocio, su vida dejo de ser algo normal.

Al día siguiente, Taketo se dirigía tranquilamente a la escuela, con paso lento estaba cansado debido a que termino tarde las labores escolares, ya que el día anterior tuvo que llevar un encargo que le había solicitado su abuela, una camisa extra grande, pantalones azules ajustados y un mandil al nuevo empleado de la tienda, algo difícil de creer ya que ella no permitiría que alguien más aparte de la familia se hiciera cargo, pero quizás sí, debido a que se encontraba lastimada de una pierna. Observo detenidamente el encargo, imaginaba que algún adulto de complexión robusta atendería el lugar, le parecía sospechoso, así que decidió aceptar y revisar de quien se trataba.

Mientras seguía pensando cómo sería el nuevo empleado, al entrar a la dulcería encontró a alguien distinto de lo que imaginaba. En el mostrador estaba una chica de baja estatura, cabello rosado... y antes de que continuara describiendo su apariencia, toda su atención se desvió a su enorme busto, ¡¡¡TAMAÑO ADULTO!!!, grito dentro de su mente, al parecer también usaba unos extraños cuernos como diadema, ¿cosplay? ¡SI!, pero esos detalles eran insignificantes en comparación a lo incrédulo de su figura, algo que solamente había visto en algunas series anime y revistas eróticas, ahora comprendía mejor porque el tamaño de la camisa. Su nombre era Ilulu y al igual que él, tenía 16 años. Le parecía extraño que alguien de su misma edad estuviera trabajando en un local de dulces, ya que para el debería estar mejor estudiando en la escuela o realizando alguna otra actividad.

Ilulu le explico cómo convenció a su abuela de conseguir el trabajo, lo cual lo hizo sospechar aún más, además, la poca decencia que ella tenía al desnudarse en frente de el para cambiarse la ropa no ayudo a disminuir su preocupación, por mucho que no le gustara trabajar ahí, Taketo no estaba muy seguro de que pudiera hacerse cargo sola del local de su familia. Curiosamente ella parecía consciente de que le era imposible a él dejar de observar sus enormes pechos contenidos apenas por la camisa, por lo cual lo llamaba pervertido sin ninguna reacción de desprecio o vergüenza por parte de ella, le parecía bastante extraño; aunque el hecho de que sangrara constantemente por la nariz no le ayudaba a su imagen. Observando desde el cuarto de descanso veía como realizaba su labor, para sorpresa suya lo hacía bastante bien para ser su primer día, poseía una actitud un tanto infantil para alguien de su edad, pero tal vez por eso mismo es que ella era muy amable y cariñosa con todos los niños del lugar, en su opinión, realmente parecía disfrutar de hacer su trabajo. Al final del día todas sus dudas habían desaparecido y estaba seguro de podría hacerse cargo de la tienda de dulces mejor de lo que él lo hubiera hecho.

La Empleada Dragón de la Tienda Oboro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora