Capítulo 3. La tienda. (¿El trabajo de ensueño de un dragón milenario?)
Ilulu se encontraba caminando por el famoso pasillo del distrito comercial de Oborozuka, era la ruta que siempre tomaba para dirigirse al trabajo, le gustaba ver como cada uno de los negocios del largo pasillo iban abriendo poco a poco para comenzar sus actividades diarias. Habían pasado algunos días después del incidente del árcade, aun así, su cabeza se encontraba todavía adolorida por el implacable correctivo de Tohru de esa noche. – "Escucha Ilulu, es mejor que vayas aprendiendo a controlar tu fuerza, quizás sea complicado, pero recuerda que puedes causar problemas a otras personas" -, recordó cabizbaja el consejo de Kobayashi, pero sabía que tenía razón, ella lo último que deseaba era causarles algún tipo de inconveniente a Kobayashi, a la señora Aida o a Take. Dándose palmadas en las mejillas, levanto el ánimo y aumento el paso para no llegar tarde al trabajo. Notó a la distancia que se encontraba Aida-san parada en frente del local, iba vestida como en las otras ocasiones, usaba una playera gris junto con un chal de color carmín sobre su espalda, pantalones de color beige y unas zapatillas de color azul.
- Al parecer mi nuevo elemento ha llegado.
- Buenos días, Aida-san.
- Vamos, llevamos un rato conociéndonos, puedes llamarme Tsubaki.
- ¿Segura?... bueno... Tsubaki-san, ¿qué hace aquí en la tienda?
- Vine porque es un día especial, te he enseñado lo necesario para dirigir por ti sola la dulcería, sin embargo, hoy necesitarías de mi asistencia para lo que vamos hacer más tarde.
- ¡OHH! – exclamo Ilulu, tenía demasiada curiosidad - ¿Y de que se trata?
- Ya lo verás, pequeña, todo a su debido tiempo.
- En ese caso, comenzaré a abrir el local – dijo Ilulu mientras sacaba las llaves de los candados de la cortina.
Una vez abierto ella se adelantó a entrar a la tienda, tomo el uniforme del trabajo que guardaba abajo del mostrador de la caja registradora y se fue a cambiar al cuarto de descanso. Como era temprano, la mayoría de los niños se encontraban en la escuela y la tienda no estaba concurrida a esas horas, así que podrían aprovechar el tiempo en realizar otras actividades. La señora Tsubaki le pidió que a Ilulu que barriera afuera de la calle mientras ella limpiaba dentro de la dulcería, Ilulu tardo alrededor de 10 minutos en terminar.
- Ya terminé de barrer, Tsubaki-san
- Gracias... la juventud sí que está llena de energía.
- Disculpe...
- ¿Sí?, ¿Qué ocurre, pequeña?
- Quiero disculparme por todos los problemas que le cause a usted en el incidente del árcade.
- No te preocupes, fue culpa de mi tonto nieto que salieran huyendo, además tu tutora me dijo que nos ayudaría un poco con la deuda.
- Correcto - Ilulu aún seguía algo deprimida
- Mi nieto me comento que eres alguien bastante fuerte, así que esta actividad te quedará como anillo al dedo.
- ¿Qué significa eso?
- Significa que lo harás bien, veamos qué hora es...- Tsubaki observo el reloj que tenía en su mano izquierda - ¡Vaya!, ya no tarda mucho en llegar.
Mientras las dos limpiaban los muebles de la tienda, un camión de carga se estaciono delante del local, del vehículo bajo el chofer y entro a saludar a la señora Tsubaki.
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La Empleada Dragón de la Tienda Oboro.
FanfictionAida Taketo era un estudiante de preparatoria de 16 años ordinario, hasta que la llegada de un nuevo elemento al negocio de su abuela hará que su vida de un giro de 180 grados.