Capítulo 33. Nuevo trabajo.

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Capítulo 33. Nuevo trabajo (Otra chica dragón programadora)

El lunes de la siguiente semana Ilulu se presentaba a su nuevo trabajo como programadora de apps en una compañía con sede en un lugar cerca del trabajo de Kobayashi, en su entrevista paso con excelencia el examen de conocimientos y de alguna manera el examen psicométrico, la prueba la calificaba como alguien inocente y moldeable, una actitud muy conveniente para las empresas. Como no tenía ningún certificado de estudios no podía tener un sueldo de base, así que entró como becario ganando la mitad del sueldo, aun así era más de lo que ganaba en la tienda, no era el trabajo de sus sueños, pero quería cambiar de rubro por la situación; leer y aprender los libros de Kobayashi le ayudaron bastante, la de recursos humanos la llevo a su escritorio y computadora designados.

- Muy bien, aquí es tu lugar de trabajo y la computadora, se te enviara por correo lo que debes hacer y lo subirás a la nube de la empresa, ¿entendido?

- Entendido.

Ilulu vestía con una camisa blanca acompañada de un saco de color negro, una falda pegada a su cadera de mismo color que llegaba a la parte alta de sus rodillas, medias largas y tacones rosas, usaba los lentes de armazón color rosa que compro con anterioridad, curiosamente trato de imaginar con sus escamas la camisa y el saco más grande que se le pudo ocurrir, pero aun así les quedaba chicos, un poco de su busto se asomaba por los botones superiores sin abrochar, razón por la que no usaba corbata ni moño.

- Bienvenida a tu primer día de trabajo.

- Muchas gracias.

- "Son enormes esas cosas" – pensó la señorita un tanto celosa – por cierto, no puedes usar esa diadema en el trabajo.

- ¿Perdón?

- Ya sabes... esos cuernos que traes en la cabeza, hay que ser formales dentro de la empresa.

Como acto de magia, salió humo arriba de sus cuernos y estos desaparecieron, Ilulu se sentó en su lugar de trabajo y encendió la computadora, se recargo en la mesa, pero su prominente busto cayó sobre el teclado, hizo una mueca de insatisfacción con los ojos cerrados.

- "Tendré que alejarme del escritorio, un poco más" – pensó Ilulu

Los trabajadores hombres y mujeres estaban al tanto de la nueva integrante de la compañía y sus particulares cualidades, era una adolescente prácticamente con un cuerpo de ensueño que tenía empleo en una empresa cotizada, se hablaban rumores y chismes sobre ella a sus espaldas, cosa que no le importaba, solo se concentró en hacer su trabajo, al principio le costó programar en el lenguaje que utilizaban y acoplarse al ritmo, pero fue en cuestión de pocos días lo domino por completo, los superiores empezaron a ver su potencial, situación que la puso en la mira de personas celosas y aprovechadas.

Los hombres insistían en salir con ella o invitarla a comer, pero ella los ignoraba y si alguno se pasaba de listo, era suficiente con dejar que su furia de dragón los ahuyentará, su sed de sangre activaba el instinto de esas personas y salían mejor huyendo de ahí. En los pasillos del edificio llevaba el reporte al supervisor de su área, pensaba distraída en como solucionar los errores del código fuente que le solicitaron revisar, de repente una mujer de cabello pelirrojo empujo a Ilulu haciendo que se cayera los documentos que llevaba en sus brazos.

- ¡OH!, querida, deberías tener más cuidado donde caminas

- Seguramente no puede caminar bien con esas cosas pegadas a su pecho...

Se fueron caminando el grupo de carroñeras del lugar...

- ¡HMPH!, que personas tan malas – dijo Ilulu haciendo un puchero, no le quedo mas remedio que recoger lo que le tiraron.

La Empleada Dragón de la Tienda Oboro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora