Capítulo 2. El árcade

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Capítulo 2. El árcade. (Solo puedes jugar 2 horas al día, Ilulu)

La tarde del sábado, Take acababa temprano sus deberes, así que le pareció buena idea ir a visitar la tienda ya que mañana era su día de descanso. Llegando al lugar vio a Ilulu realizando la limpieza dentro del local, no había muchos niños a esa hora así que supuso que aprovecho el tiempo para mantenerse ocupada en algo. Entrando la saludo, ella tardó en responder, al parecer estaba muy concentrada.

- Oh, Take, bienvenido.

- Hola... veo que estas ocupada con la limpieza.

- Ha estado un poco tranquilo el día, así que vi la oportunidad.

- Ya veo.

- ¡AH!... ahora que recuerdo.

Dejo el trapo húmedo sumergido dentro de la cubeta con agua y se dirigió al cuarto de descanso, tardo unos segundos cuando regresó y en sus manos traía una pequeña consola de videojuegos portátil.

- Toma, muchas gracias por prestármelo.

- De nada, seguro te aburriste de jugarlo.

- Jejeje, al contrario, fui capaz de vencer a cada líder del gimnasio, capture a las criaturas más poderosas y las mejore a su nivel máximo – le contesto muy orgullosa de sus hazañas.

- Okay... ¡OYE! – respondió muy sorprendido - ¡¿Cómo pudiste acabar prácticamente todo el juego en tan solo tres días?!

- Me quedaba despierta en la noche para jugar, a esa hora se encuentran todos dormidos.

Se cuestionaba lo que acaba de escuchar, una persona no rinde al 100 si no duerme las ocho horas diarias recomendadas y puede morir si pasa más de dos días seguidos despierto, quizás lo estaba molestando o uso algún truco de la internet. El aún no sabía que ella era un dragón, los dragones puede pasar cientos o incluso miles de años sin dormir ya que no está en su naturaleza descansar al igual que los humanos.

- Oye, ¿y no estás cansada?

- Claro que no, podría haber seguido jugando más días, pero ya no tenía nada más que hacer.

- Me imagino.

- Los videojuegos son realmente divertidos, de donde vengo no tenemos nada similar, cuando quiero jugar con la consola, Tohru me dice siempre que debo terminar primero las labores del hogar, por eso juego en las noches, sin interrupciones, asegurándome de no despertar a Kanna.

De inmediato, ella regreso a lo que estaba haciendo, - "¿Tohru?, ¿Kanna?, pero más importante, ¿de qué país viene ella como para que no conociera los videojuegos?, ¿o quizás no les tenían permitido el uso de la tecnología donde vivía?" -. En estos tiempos había gente que se dedicaba profesionalmente a los videojuegos, en torneos donde se generan grandes cantidades de dinero, o también existen los streamings, donde los espectadores donan dinero a la persona que juega, especialmente las chicas gamers se benefician mucho de ello. De repente observó a Ilulu sentada de cunclillas limpiando los mostradores de madera de la izquierda, veía como su gran pecho se recargaba sobre sus rodillas y sobresalía hacía el frente.

- Quizás... tú podrías ganar mucho dinero siendo streamer- pensó en voz alta.

- ¿Streamer? – añadió confundida.

- Perdón... no dije nada – volteo de inmediato para que ella no lo descubriera - deja voy por otra cubeta.

- No te preocupes, ya casi acabo.

- Está bien, así terminarás más rápido.

Pasaron las horas, llegaban los niños a comprar a la tienda y también a jugar afuera en la calle, Take le permitía a Ilulu que jugará un rato con los pequeños mientras no hubiera mucha carga de trabajo. Al final del día llego la hora de cerrar:

La Empleada Dragón de la Tienda Oboro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora