Capítulo 21. La carrera.

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Capítulo 21. La carrera (Maid Dragón Kart disponible en tiendas, ¡muy pronto!)

La primera semana de noviembre, el frio se hacía presente con cada día que pasaba, Take caminaba aliviado de que otra semana de escuela había llegado a su fin, no iba a tener sus cursos de idiomas el sábado, así que podía relajarse un rato de los deberes escolares, noto a la distancia que Ilulu estaba hincada observando una caja de cartón delante del negocio, se preguntaba que hacia allá afuera.

- Hola, Ilulu.

- Hola, Take – saludo sin desviar la mirada.

- ¿Qué estás viendo?

- Mira... - Take le puso atención al contenido de la caja.

- Déjame ver... es un gatito.

- Sip, me preocupa, creo que algo le pasa.

Take se hinco también a lado de Ilulu para observar más de cerca al pequeño animalito, el gatito dormía, pero respiraba con dificultad...

- Creo que está enfermo.

- ¡¿Es muy grave?! – pregunto Ilulu exaltada.

- No lo sé, tal vez necesita entrar en calor para mejorar su condición.

- ¡Vengo de inmediato!

Ilulu entro rápido a la tienda, Take se quedó cuidando al minino, empezó a pensar porque nunca había tenido antes mascotas, hasta que recordó de inmediato que su abuela no le gustaban.

- ¡Mira!, ¡encontré una sábana!

- ¿De dónde la sacaste?

- Del "almacén" detrás de la puerta corrediza – Ilulu levanto al gatito y empezó a envolver a la pequeña criatura – ya...ya, todo va estar bien.

- Procura no cubrir su cabeza.

- Lo sé, lo sé.

- "¿Por qué ella es tan considerada y maternal?" – Take se sonrojo de pensarlo.

- Quisiera llevarlo adentro, ¿podemos?

- Supongo que está bien mientras no nos atrape mi abuela.

- ¡Muy bien! – alzo la caja y se la llevo a la tienda.

- Dime, ¿por qué estás tan preocupada, Ilulu? – pregunto Take dentro de la tienda.

- Estuve observando un rato al gatito desde la tienda, unos niños groseros lo molestaron lanzándole agua, así que tuve que intervenir.

- ¡WAOH!, ¿y qué hiciste?

Ilulu empezó a recordar, ella se acercó tranquilamente al trío de pequeños rufianes de entre 12 y 14 años...

- Miren a ese animal tonto, no puede hacer nada contra nuestras pistolas de agua.

- ¡JAJA!, que idiota...

- Oigan, chicos...

- ¡¿AH?!... ¡¿qué quieres, chica de los dulces?!

- Podrían por favor, no molestar al animalito

Ilulu contenía toda la furia que le era posible, aun así, su instinto asesino se desbordaba, se podía ver claramente en sus ojos, los niños sintieron el peligro inminente y no dudaron ni un minuto en salir huyendo.

- ¡CORRAN!, ¡esta chica está loca!

- ¡QUE MIEDO!, ¡MAMÁ!

- ¡Nos las pagarás, chica enana!

- ¡HMPH!... maleducados, aunque quien soy yo para criticar – comento Ilulu.

De vuelta al presente...

La Empleada Dragón de la Tienda Oboro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora