Después de correr por diez mundos, ya no pude huir

47. Aqui vienen V

Capítulo 47
Aqui vienen
Parte 5

"Mmmm..."

Después de que le besaran los labios, Ji Ning no pudo evitar soltar un pequeño gruñido, y un poco de humedad le siguió en la parte superior de los ojos.

El beso de Ozer fue tan feroz que incluso sintió que le golpeaban los labios, y un leve sabor a sangre se extendió entre sus labios y dientes de repente.

Sin embargo, a diferencia de Ji Ning, después de probar el sabor de la sangre, Ozer parecía estar estimulado por algo y se agarró a su cintura trasera con más fuerza, como si quisiera frotar todo el cuerpo de Ji Ning en sus propios huesos y sangre, sin querer separarse de él nunca más.

Besó a Ji Ning ferviente y profundamente, y fue este beso, lleno de sangre, el que le hizo sentir que de verdad Ji Ning estaba delante de él, que éste era el hombre que había echado de menos durante tanto tiempo, y no el fantasma que había visto cuando estaba sufriendo.

Al percibir que la persona que había entrado en la habitación no era Lady Rogina, la energía mental de Ozer barrió al principio por el lugar para determinar la identidad del visitante. Cuando él no estaba atrapado en un tumulto de energía mental, podía identificar las fluctuaciones mentales de los demás, y la energía mental que poseía la persona que apareció en su habitación era en realidad una con lo que Ozer estaba increíblemente familiarizado.

Las fluctuaciones espirituales de todos eran únicas e irrepetibles, y ésta era la fluctuación espiritual que pertenecía a Ji Ning.

Debido a que estaba tan familiarizado con las fluctuaciones espirituales de Ji Ning, Ozer estuvo aturdido durante un poco más de tiempo del que le llevó hacer su juicio.

Pero todo esto fue sólo instantáneo, sus instintos precedieron a su conciencia, como si temiera que la otra parte se escapara, e inmediatamente manipuló su energía mental para tirar de la persona que había entrado en la habitación hacia su cama.

El hombre levantó las manos para cubrir sus rasgos, y Ozer, con demasiada urgencia en su corazón, tomó al hombre directamente en sus brazos, presionó sus manos hacia abajo y levantó con fuerza su rostro bajado para ver la cara que lo había atormentado.

Tanto las fluctuaciones espirituales como las hermosas cejas pertenecían a Ji Ning.

Desde aquel día en el que había visto (lo que sospechaba) la figura de Ji Ning en el palacio finalmente había reaparecido frente a él.

Aunque el rostro de Ji Ning estaba un poco pálido y un imperceptible pánico cruzaba sus rasgos, como si no quisiera encontrarse con él, el momento de éxtasis por haberlo perdido y encontrado todavía hizo que Ozer casi derramara lágrimas, desahogando sus interminables pensamientos y su alegría con un beso.

Había pasado mucho tiempo desde la muerte de Ji Ning, y su mundo había caído en la desolación en el momento en que se enteró de su muerte, sumido en un silencio sepulcral, sólo para revivir de nuevo en este momento.

Era él.

Era el verdadero Ji Ning quien había regresado a su lado.

El monarca de pelo rubio perdió su habitual calma y compostura en ese momento, su cuerpo temblaba violentamente mientras abrazaba a Ji Ning y lo besaba ferviente y profundamente, sin molestarse siquiera en pensar el por qué Ji Ning había vuelto de entre los muertos, su única cordura simplemente le recordaba una y otra vez que su Ji Ning había vuelto.

Sin darse cuenta, Ji Ning hacía tiempo que había sido inmovilizado en la cama por Ozer, todo el oxígeno de su pecho fue saqueado por el beso, dejándolo mareado y tumbado en la cama jadeando bruscamente.