Después de correr por diez mundos, ya no pude huir

61. Aquí vienen XIX

Capítulo 61 
Aquí vienen
Parte 19

    Mientras veía a Ozer caer en picada desde la aeronave, Ji Ning estaba tan aturdido que casi estaba a punto de desmayarse.

    Aunque no era como si no hubiera experimentado situaciones de vida o muerte con los protagonistas masculinos antes, pero todos esos eran parte del argumento original, y podía estar seguro de que ninguno de ellos moriría, sin embargo, ahora que tantos protagonistas masculinos estaban reunidos y todos poseían el aura del protagonista, era realmente difícil decir si vivirían o morirían más allá del alcance de la trama original.

    "¡Atrápenlo, por favor, atrápenlo rápido!" El rostro de Ji Ning estaba pálido mientras tiraba de la capa de Herinos, su tono de voz temblaba todo el tiempo, "No puede morir..."

    Ozer debió ver cómo Huo Wuling lo arrojaba al suelo antes de saltar tras él; si Ozer moría por su culpa, ¡se sentiría culpable el resto de su vida!

    Una pizca de sorpresa apareció en la expresión de Herinos, y después de un momento de silencio, obedeció las palabras de Ji Ning: un gran número de murciélagos negros surgieron para mantener a Ozer firme.

    El monarca rubio que ya había sido atrapado, no paraba de mirar atentamente a Ji Ning: con el rostro pálido y el hombro perforado, aún seguía sangrando a borbotones, manchando su uniforme blanco como la nieve.

    Los murciélagos chirriaban y se retorcían mientras los obligaba a someterse, controlándolos totalmente, los fue guiando más cerca de Ji Ning. Al ver esto, los ojos de Herinos se hundieron ligeramente mientras cerraba sus cinco dedos, disipando a los murciélagos hechos de niebla negra e invocando una nueva tanda para borrar el control mental de Ozer.

El príncipe de sangre agitó su mano y Ozer fue enviado de regreso a la nave espacial. Al mismo tiempo, la figura de Huo Wuling apareció en la escotilla de la nave espacial, pasando a lado de Ozer, lanzandole una mirada a la ligera. luego saltó también de la aeronave.

   Su cabello negro estaba revuelto y el dobladillo de su camisa estaba desordenado por el viento frío de la caída, pero su figura permanecía firme y ligera. Aterrizó sobre el grupo de murciélagos, como si estuviera paseando por el jardín, pisándolos sin remordimiento, mientras caminaba tranquilamente.

    Los murciélagos que rodeaban a Huo Wuling desaparecieron en un destello de luz roja bajo los ojos de Herinos.

    El hombre de pelo negro tenía los pies en el vacío, pero se limitó a curvar ligeramente los labios sin parecer que estaba volando. Se acercó lentamente a ellos, mirando por encima de las corrientes de energía que provocaba el aire, y dijo con una sonrisa: "Bonita vista".

    Con eso, ladeó la cabeza hacia Herinos: "Estaría bien que te convirtieras en una de esas luces".

    Herinos sonrió con elegancia: "Las mismas palabras te son devueltas".

    Al ver a Ozer de vuelta en la aeronave, Ji Ning se relajó de repente, incluso se mareó un poco tras la repentina relajación. Había estado demasiado tenso hacía un momento, por lo que su cuerpo se balanceó, pero fue sostenido por la mano de Herinos.

    Realmente no esperaba que Ozer estuviera tan loco como para saltar directamente de la aeronave y además perseguirlo... Aunque Ozer debería tener una forma de garantizar su propia seguridad, no estaba preparado para esto, y su corazón casi se le sale por la garganta debido al miedo que había sentido.

    Las naves que estaban retrasando a Alke se separaron unas cuantas y poco a poco se acercaron al trío donde estaba Ji Ning. Mirando las naves y a los portaaviones que cubrían al cielo, las emociones de alivio que embargaban a Ji Ning volvieron a teñirse de tensión mientras preguntaba.