Después de correr por diez mundos, ya no pude huir

93. Él está aquí IV

Capítulo 93
Él está aquí
parte 4

Mientras hablaba, la mirada de Alke era muy seria. Al ser observado por él con esa mirada, Ji Ning no pudo evitar quedarse atónito, y por un momento sus pensamientos se alejaron.

¿Por qué sonaba como si estuviera enamorado de él?...

Ji Ning no era una persona a la que le gustara hacerse ideas, pero ahora realmente sentía que la implicación en las palabras de Alke era muy ambigua: dijo que no quería ensayar la obra porque tenía a alguien que le gustaba, y sin embargo, dijo que estaría bien si la persona con la que practicaba era él. Era algo que cualquiera que lo escuchara, ciertamente no podría evitar pensar que se trataba de algo más.

Pero, ¿había mostrado Alke alguna señal de enamoramiento antes de eso?

Ji Ning pensó en la forma en que él y Alke solían llevarse, pero descubrió que no podía recordar nada por el momento, como si se tratara de un espejo empañado y no pudiera ver el reflejo detrás de la niebla.

"Superior, ¿eso es un no?" Alke le preguntó al ver que no emitía ningún sonido durante mucho tiempo.

"No, quiero decir, no hay problema". Ji Ning le devolvió la sonrisa: "Si estás dispuesto a practicar conmigo, por supuesto que me parece bien".

Alke esbozó una ligera sonrisa mientras Ji Ning entraba en el estudio para despedirse de los demás, recogió sus cosas y salió con Alke, pensando que debería practicar a solas con él para no afectar el progreso de los demás.

Los dos caminaron uno tras otro, y mientras observaba la espalda de Alke con su traje angelical, un indicio de trance era evidente en la expresión de Ji Ning.

¿Qué le pasaba hoy?, no recordaba nada pero había vivido situaciones bastante extrañas... ¿Podría ser porque había estado muy ocupado últimamente?, ¿tal vez esto lo había cansado tanto que incluso tenía problemas de memoria?

Se frotó las sienes e incluso pensó en ir al hospital, pero sabía que tenía mucho que hacer esta semana, así que esperaría hasta el próximo fin de semana.

Como no había hablado con el profesor encargado del lugar, los otros cuartos de danza y las salas de entrenamiento no estaban disponibles para que usaran, así que Ji Ning y Alke se dirigieron a una pequeña plaza detrás del gimnasio, este lugar se encontraba aislado y casi no había gente, lo que lo hacía perfecto para sus ensayos.

Los dos comenzaron a practicar la aparición del ángel, una escena en la que la pastora Sulliman, deprimida tras ser enviada al monarca enemigo, se encontraba sentada en la cama a altas horas de la noche con lágrimas secretas, cuando el ángel descendió a su lado.

Como director de la obra, Ji Ning había estudiado el guión muy profundamente. Básicamente había memorizado las líneas de todos, y aunque no era con tanta precisión, seguía conociendo los diálogos en general, por lo que no era ningún problema salirse del guión para ayudar a Alke a ensayar.

Se sentó en los limpios escalones, con la cabeza gacha y las rodillas juntas, sus hombros temblaron ligeramente, pues estaba actuando como si estuviera sentado en su cama, llorando, mientras Alke, que hacía del ángel, se acercaba y le daba suaves palmaditas por detrás.

Tal y como estaba escrito en el guión, Ji Ning levantó lentamente la cabeza y vio a un extraño de pie en la cabecera de la cama; primero se sobresaltó, pero inmediatamente sus ojos se dirigieron a las alas detrás del ángel y olvidó su miedo, mostrando una expresión de sorpresa mientras murmuraba: "¿Quién eres?"

"..."

Sin decir nada, Alke le miró en silencio, y cuando entró en contacto con su mirada, Ji Ning tuvo de repente una sensación muy extraña; Alke no decía nada, pero sus ojos parecían contener más de mil y un palabras, llenos de un sentimiento complejo y profundo.