Después de correr por diez mundos, ya no pude huir

89. Herinos y Huo Wuling IV

Capítulo 89
Herinos y Huo Wuling
Parte 4

    Recordó la época en la que había esperado día tras día en el cementerio a que Huo Wuling volviera, con fantasmas flotando por todas partes. Él no se atrevía a moverse por miedo, lo que fue un momento muy duro.

    Pero la espera valió la pena porque después de eso, la actitud de Huo Wuling hacia él se volvió un poco diferente. Si antes sólo lo había tratado como una mascota, después de eso empezó a tomarlo en serio.

    "Ning Ning era tan lindo en ese entonces".

    Después de que el fantasma se desvaneciera en la oscuridad, Huo Wuling curvó los labios, con las cejas llenas de risa: "Bueno y obediente, sólo pensaba en mí, es una pena que no sea así ahora, sobre todo que haya provocado a tanta gente cuando me descuidé."

    Su mirada se volvió significativa, pero Herinos soltó una carcajada y dijo: "¿De verdad? Creo que el Ji Ning actual es aún más adorable, ya que ahora muestra su lado más verdadero".

“Crees eso porque estabas pasando por un mal momento, ¿verdad?" Los ojos de Huo Wuling lo recorrieron ligeramente, "Ning Ning siempre quiso dejarte, e incluso para deshacerse de ti, finalmente decidió suicidarse, con eso puedes ver cuánto no quería estar contigo".

    "¿Oh? En ese caso, debo recordarte también un hecho".

    El Príncipe de Sangre levantó una ceja: "¿Acaso no olvidas que después de que te reunieses con Ji Ning, él dependió mucho de mí para poder deshacerse de ti? ¿no crees que eso hace tu situación peor?".

    "El actual Ning Ning depende igualmente de mí, vivimos juntos durante tres años entonces e incluso dormimos juntos regularmente, ¿y a ti? Seguramente te miraba fríamente cada vez que te acercabas a él, ¿no?". Huo Wuling tuvo que reírse.

    La expresión de Herinos no cambió: "Tu destino está maldito al igual que todos tus allegados, no hay escapatoria, por el bien de Ji Ning, sería mejor que te mantuvieras alejado de él en el futuro, no sea que lo termines matando."

    Los dos hombres se miraron con desprecio y Ji Ning los escuchó con un sudor frío. Para distraerlos, se apresuró a preguntar: "¿Aún no ha terminado la ilusión? ¿A qué esperas exactamente?"

    "Ya casi ha terminado".

    Huo Wuling le dirigió una mirada ligera y se encogió de hombros, sus ojos se volvieron hacia el cielo oscuro. "Esto es cada vez más caótico, y la contaminación está a punto de completarse."

    Las pesadas sombras del reino ilusorio empeoraron aún más, una niebla negra llenó el aire por todas partes; la luz y las sombras se volvieron tenues, el mundo originalmente normal surgió de repente con bordes negros, el espacio interior continuó colapsando y comprimiéndose, el espejismo construido a partir de esa escena era cada vez menor.

    Al cabo de unos instantes, el espejismo negro se asemejó a una vieja pantalla de televisión y, tras un destello de nieve, la imagen resurgió.

    El muchacho de pelo negro estaba apoyado en su cama con sus largas piernas cruzadas, leyendo un libro, mientras el pálido fantasma permanecía en silencio a su lado, con su rostro sin expresión alguna.

    "Ning Ning, me voy a dormir." Con eso, dio una palmada en el lugar vacio a su lado, sus ojos bonitos se curvaron, "Ven a dormir conmigo".

    "... Pero", Ji Ning habló lentamente, como si no estuviera acostumbrado a volver a hablar después de perder la voz durante tanto tiempo, "no necesito dormir, tampoco creo que puedo".