Parte 45: Heridas

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—¿Desde cuándo?

—No era consciente del cáncer hasta dos meses después de casarnos. —Lan Zhan miró al techo. —Las probabilidades de que me recupere son altas, el tratamiento está funcionando.

Me abracé más hacia él con un temblor que recorrió mi espina dorsal. —¿Duele?

—Lo soporto.

—Yo... —aclaré mi garganta, sonaba muy ahogado. —Yo quiero acompañarte a todas las sesiones, Lan Zhan.

—No es posible.

—¿Por qué no? Yo sé lo que has estado haciendo, el tratamiento se debe seguir en el hospital y mantenerse allí, como me lo has ocultado, asumo que pediste que recibieras el tratamiento de esta manera; regresando a casa luego de cada sesión.

—Mnm.

—Pero ya no hay necesidad, ahora puedes ausentarte en el trabajo mientras te recuperas, no debes sobreesforzarte.

—Wei Ying... —quiso hablar, pero lo interrumpí.

—Ahora que lo sé, no quiero que vayas solo, no si yo puedo estar allí y apoyarte, cuidarte.

—Tu trabajo.

Caí en cuenta de aquel detalle importante. —Oh... Por las tardes, déjame estar contigo, por favor.

Lan Zhan se quedó en silencio, asumí que había aceptado.

—Wei Ying, ahora háblame de ti.

Me tensé en ese momento y pensé en lo que diría. No podía simplemente decir que tenía un tumor maligno en mi cerebro, Lan Zhan había sido directo y reveló su más grande secreto pero, ¿podía yo hacer lo mismo? Me acababa de enterar hace unas pocas horas y la información seguía rondando en mi mente, decirlo me era difícil. Lan Zhan está enfermo, tiene sus propias preocupaciones y debe seguir sus propios cuidados en la recuperación, no podía permitirme contarlo y que él se preocupara y se angustiara. Definitivamente no.

¿Seguiría mintiendo a Lan Zhan?

—Al parecer tengo una leve migraña, ¿sabes? Me recomendaron tomar unas pastillas. Aún no las compro, iré por ellas mañana de camino al trabajo.

—¿No es nada grave?

—No, por fortuna no. —si no estuviera recostado en su pecho y en vez estuviera mirándolo a los ojos mientras acababa de decir aquello, seguramente hubiera descubierto que mis palabras no eran reales, en ese momento agradecía no poder ver sus hermosos ojos.

Mentí, de nuevo lo hice. Todo por su bien, por no aquejar el corazón de Lan Zhan.

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La doctora Wen Qing me daba una mirada severa, tenía las manos entrelazadas a la altura de su boca y sus codos apoyados en su escritorio. Había regresado al hospital, esta vez seguro de que no estaría Lan Zhan cerca, necesitaba averiguar más a fondo lo que pasaba conmigo. Fue así que la doctora Wen ahora me miraba de esa manera debido a lo que le dije hace un momento.

—¿Está consciente de lo que está diciendo?

—Bueno, ¿es realmente urgente que me trate ahora? Alguien me necesita, no tengo tiempo para venir hasta aquí.

—El tumor se expande, puede moverse a otros órganos, no estoy hablando de una sesión de spa, se trata de su vida.

Tragué saliva, comprendiendo la gravedad. —Doctora Wen, ¿hay alguna manera de que reciba el tratamiento desde la casa?

Ella suspiró. —Sí.

Sonreí esperanzado. —¿En serio? Wow, entonces yo-

Sus ojos se entrecerraron al momento de interrumpir. —El tratamiento deja débil el cuerpo y en muchos casos se requiere de supervisión, lo más conveniente sería internarlo o que después de cada sesión regrese a casa si eso es lo que desea.

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⏰ Última actualización: Oct 23 ⏰

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Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora