Estaba asustada y preocupada. Llegó lo más rápido que pudo a casa de sus amigos, temía encontrar a su hijo enfermo o deprimido por alguna razón. Después recordó al maldito de Tenko y sintió un escalofrío... ¿Y si le habían echo algo? Su hijo siempre había atraído la atención y sabía que todo el tiempo había alguien intentando acercarse a él con malas intenciones. Esos pensamientos solo la angustiaron más.
En cuanto llegaron fueron directo al hogar de los Bakugo y se encontró, después de años, frente a sus mejores amigos. Pensó que encontraría una catástrofe, pero estaban felices de verla y sorprendidos de que llegara antes del tiempo que les había dicho.
Pero le extraño aún más ver a su hijo feliz, recibiendolos con una sonrisa. No dijo nada, esperaba que en algún momento le dijera lo que había pasado, pero todo el día estuvieron conversando entre todos.
Estaba feliz de ver cuánto había crecido y como se desenvolvía con confianza. No se separaba del lado de Katsuki, sabía que eran muy buenos amigos y eso la hacia muy feliz, siempre esperó que se llevarán bien y pudieran crecer juntos, y ahora lo hacían.
Por la noche busco un momento para acercarse sola a Izuku, y preguntarle si estaba bien. Pero el le dijo que por ahora solo quería disfrutar que estaban ahí, después podrían hablar con tranquilidad.
Noto sus gestos y su forma de hablar, algo le preocupaba y le asustaba, lo conocía bien y sabía que algo había pasado, pero prefirió esperar a que el mismo se lo dijera.
Yagi estaba angustiado por igual, también lo percibió en su hijo, pero no quería presionarlo, quizá al día siguiente podrían salir o estar a solas y hablar.
Por la mañana, aún con la oscuridad cubriéndolo todo, escucharon leves golpes en la puerta. Inko se apresuró a abrir y encontró a Mitsuki, se veia preocupada y era obvio que había llorado.
Rápidamente la abrazo y le pregunto que había pasado.
Mitsuki le dió la carta, y le dijo que Katsuki la tenía. No necesito decir nada más. Los ojos de Inko se inundaron de lágrimas y comenzaron a brotar sollozos de sus labios. Apretó la carta contra su pecho y de inmediato ató cabos, eso era lo que había pasado, pero...
- Debemos hablar con ellos - dijo Mitsuki.
- Por supuesto, lo siento, creo que es mi culpa, me parece que se dónde la encontró, y si es así, entonces Izuku también la leyó - dijo Inko con la voz preocupada, entendiendo el por qué de la urgencia y la preocupación en la voz de Shoto. Debian hablar con ellos y explicarles...
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Izuku se despertó sintiéndose cálido y cómodo, tanto que no quería moverse, pero recordó que sus padres estaban en la casa y rápidamente salió de entre los brazos de Katsuki, depertandolo con el movimiento. El cenizo gruño bajito y lo jalo a su pecho de nuevo, envolviendolo en sus brazos y pasando una pierna sobre su cuerpo, estaba totalmente atrapado.
Entre risitas Izuku trataba de liberarse mientras Katsuki le repartía besos en la cara y el cabello. Escucharon pasos en el corredor y rápidamente Katsuki se deslizó al suelo, dónde seguía el saco de dormir dónde se suponía pasaría la noche.
Escucharon un par de golpes y la puerta se abrió. Mitsuki les sonrió, dándoles los buenos días y diciendo que los esperaban abajo, no irían a la escuela, ya habían hablado con su profesor. Debía hablar con ellos.
Ambos la miraron serios y asintieron. En cuanto se fue, los dos se miraron con preocupación. Katsuki soltó un suspiro y se levanto, abrazo a Izuku y le dijo que todo estaría bien, lo que fuera lo enfrentarian juntos. Le dió un suave beso y salió para vestirse.
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Metro Y Medio (KatsuDeku)
FanfictionTantos hogares y tantas escuelas en el país y debía estar en los suyos... Eso sí era mala suerte... Odiaba compartir su espacio en casa y la escuela, lo odiaba de verdad... Lo peor era que ver sus ojos todos los días no le molestaba como debería... ...