- Bien, los reuni porque hay un cambio perturbador de planes... Kendo, diles lo que me dijiste - dijo Ochako sería.
- Escuché a Camie hablando por teléfono, le pregunto a alguien si las pastillas eran efectivas, y que quería que hicieran efecto en unas horas... Le pregunté y me dijo que tenía una excelente idea para poder... amm... Seducir a alguno de ustedes dos... - dijo señalando a Katsuki y Shoto - Va a dar un a fiesta por el fin de año escolar y quiere que vayan, sabe que la mejor manera de llegar a ustedes es Izuku, así que me pidió que lo invitará, que le dijera que era una disculpa por lo que pasó y que ella también quería disculparse... No sé lo que planea, pero no pienso ser parte de eso... Prefiero decirselos, estoy harta de ella y sus idioteces, no me importa si me delata, no voy a seguir su juego... - dijo con lágrimas en sus ojos, le dolía pensar en tener que irse y alejarse de su novio y sus amigos, pero no podía seguir siendo parte de sus maldades.
- Cada vez está más loca, no puedo creer que pueda llegar a tanto... - susurro Eijiro.
- Maldita perra psicótica - dijo Katsuki con un gruñido.
- Al menos lo sabemos, aunque creo que aunque no fuera así, jamás confiariamos en algo que venga de ella... - dijo Shoto serio.
- Bien, ya tenía casi todo para mí plan anterior, pero ahora todo cambio, aún así debo agradecerle a la mamá de nuestro compañero explosivo por prestarme estás pequeñas cámaras y microfonos. Son perfectas para lo que haremos... - dijo Ochako mostrándoles unas pequeñas cajitas.
- Solo le dijimos que eran para un proyecto escolar, así que podemos usarlas sin problema - dijo Izuku con una sonrisa...
El y Katsuki habían entrado en pánico hacia semanas, cuando el padre de Shoto llegó a su casa. Comprendieron lo que había dicho Mitsuki y sintieron que el corazón se les detenía. Siempre habían mantenido sus cesiones de besos y caricias en sus habitaciones, pero en alguna ocasión la cocina y la sala habían sido testigos de sus arrumacos... Pero el alma les volvió al cuerpo cuando Mitsuki les dijo que solo habían puesto las cámaras para esa ocasión. De inmediato se ofrecieron a quitarlas...
- Haremos como si hubiéramos creído en las palabras de Kendo. Iremos a la fiesta, pero preparados, intentaremos hacer que confiese. Tendremos todo grabado y no podrá chantajear a nadie de nuevo. Esto será arriesgado, no sabemos que más puede estar pensando, así que actuaremos con cuidado. Ustedes dos don sus blancos - dijo Ochako señalando a Katsuki y Shoto - así que estaremos al pendiente, tendremos cuidado con todo lo que toquen, coman o beban. Todos nos organizaremos para jamás dejarlos sin vigilancia. ¿De acuerdo? - dijo mirando a todos.
- No pienso dejarme drogar por una zorra idiota, así que no tienen que cuidarme, no soy un puto niño pequeño - dijo Katsuki con el ceño fruncido.
- No somos tan inocentes Ochako, nos cuidaremos bien - dijo Shoto.
- Aún así, no quiero que nada malo les pase, así que acepten la ayuda de todos, ¿De acuerdo? - hablo Izuku con la mirada llena de preocupación.
Ambos chicos lo miraron y asintieron, sabían que el peli-verde se preocupaba de más por ellos.
- Bien, debemos organizarnos, Camie no es ninguna amateur, no por nada tiene a la mitad de la escuela en sus manos, es astuta y no va a descansar hasta conseguir lo que quiere... Y ahora sabemos que en realidad hará cualquier cosa... Debemos tener cuidado - dijo Jiro sería, realmente le preocupaban sus amigos, se estaban arriesgando y no quería que alguien saliera lastimado.
Una semana después Kendo le dijo a Camie que había estado rogándole a los chicos que le creyeran y que al fin habían aceptado. La felicito y le dijo que debía llevarlos a su casa, ahí ella se encargaría de separarlos y hacer todo lo que se proponía. Kendo la miro asustada, realmente se había vuelto loca, no entendía cuál era su obsesión con esos chicos, pero tampoco quería saber, quizá solo era el querer salirse siempre con la suya.
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Metro Y Medio (KatsuDeku)
FanfictionTantos hogares y tantas escuelas en el país y debía estar en los suyos... Eso sí era mala suerte... Odiaba compartir su espacio en casa y la escuela, lo odiaba de verdad... Lo peor era que ver sus ojos todos los días no le molestaba como debería... ...