Apolo [H.S]

Prólogo.

Caos, un profundo vacío ayuda a emerger a Gea, la tierra y madre de la trinidad más importante en aquellos años. Zeus, Dios del Cielo, Poseidón, Rey del océano y Hades, guardián del inframundo, encargado de guiar a las almas muertas y de evitar que los titanes se escapen del terrible Tártaro.

Este, queridos, es el inicio de todo, este, es el origen del universo.

Cuenta la leyenda que Zeus era el Dios más poderoso del Olimpo. Los humanos lo idolatraban, era el Dios más fuerte y sabio de todos, sin embargo, cayó en una trampa: El amor.

De ese amor, o mejor dicho, de estos amores, nacieron varios hijos, cuyo futuro sólo reafirmará a Zeus que su descendencia sería la más poderosa de todo el mundo.

Zeus y Hera tuvieron la descendencia más maravillosa entre todos sus hermanos, su hijo mayor Ares, o mejor conocido como Zayn, el Dios de la guerra; Dionisio, o mejor conocido como Louis, el Dios del Vino; Ateneo, o como lo llaman sus hermanos, Liam, el Dios de la sabiduría; Artemis o Niall, el Dios de la caza; Afrodita o Gemma, la Diosa del amor y finalmente, el mayor problema para sus padres, el hijo que estaría por hacer caer el Olimpo hacia el Inframundo, Apolo, o como en el mundo mortal lo conocemos, Harry, el Dios del Sol y la Belleza.

Harry era el Dios que enloquecía diosas, ninfas y mortales, solo con verlo quedabas encantada con aquellos ojos verdes esmeralda, su voz era tan hipnotizante como el canto de las sirenas, sus músculos eran endiosados más que a él mismo y sus chistes, bueno, Harry era precioso y eso era suficiente.

¿O no?

Porque los dioses siempre tienen una debilidad, porque a pesar de ser inmortales y todopoderosos, siempre hay algo que los vuelve vencibles.

Y el talón de Aquiles de Harry, era Ariadne.