Odisea - 06.

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H E R A

Harry.

Las campanas en el cielo suenan, Zeus extiende sus manos y nos permite sentarnos en las sillas bañadas en oro puro.

El gran festín estaba delante de mis ojos, los sirvientes caminaban alrededor de la mesa para verificar que todo estuviera en orden. Nos encontramos en silencio hasta que papá da la orden para poder comer. A mi derecha, Zayn tiene la mano extendida para visualizar la última guerra ocurrida entre los mortales.

—Por favor, hijo, nada de guerras en la mesa —mamá exclama mientras se limpia con su servilleta de seda los labios.

—Lo siento, madre —rápidamente se endereza y toma sus cubiertos. —Esta situación se está saliendo de control, padre.

Zeus, concentrado en su plato, sube la mirada, toma un trozo de carne entre sus dientes y lo mastica para que su plato tenga toda su atención nuevamente como si realmente el tema no le importara, no emite palabra.

Esa es la diferencia entre mi padre y nosotros.

En el momento Olimpo, el titán Prometeo, amigo de Dioses y sobre todo, amigo de Zeus, se encontraba jugando con arcilla una tarde.

Después de que el mundo estuviera listo, el pensaba que algo le faltaba para que la historia de este pudiera comenzar. Así, creo a una criatura a imagen y semejanza de los dioses, sin embargo, habían muchas diferencias entre los celestiales y la creación de Prometeo.

La criatura tenía cualidades buenas y malas de los animales, no tenía superfuerza o poseía algún don divino puesto que estos no tenían origen celestial, y por último, tendrían un tiempo de vida, es decir, serían mortales.

Prometeo, emocionado, lleva su obra a Zeus que se encontraba acompañado de Hera, su esposa y de su hijo Ateneo, el Dios de la Sabiduría. Los tres quedan encantados con la creación y Zeus, enamorado completamente de estos, les regala la vida para así jurar cuidarlos y protegerlos hasta el fin del mundo.

Promesa que no ha cumplido.

Papá cree que el problema del humano debe ser resuelto por este y nosotros no debemos ayudarlos ni intervenir, pero ¿Cómo esperaba que no interviniéramos en guerras donde la sangre, muerte y sufrimiento son el pan de cada día? Si, gracias querida Pandora.

Podría contar la cantidad de veces que hemos intervenido y que hemos sido apoyados por Hera, nuestra madre.

—Zeus, deberías dejar que Ares los ayude.

—¡No, Hera! —un golpe seco resuena contra la mesa y todos nos ponemos alerta. —Cada uno de ustedes tiene prohibido intervenir e interactuar en conflictos humanos ¡Lo tienen prohibido!

—Pero padre... —Gemma se levanta de su asiento.

—No, Afrodita, es mi última palabra, déjenme cenar en paz.

Y quizá, por un momento pienso en lo injusto que es la vida. Tener el poder de evitarlo y no hacerlo me parece un acto de crueldad mucho mayor que lo que los mismos humanos hacen. Pienso en mi visita al Hades y pienso en que esté traicionando a mi padre. No acepté, no lo hice ¿Pero si no hay otra salida? ¿Podría ser Hades antes de que termine muerto y asesinado por mi padre? ¿Zeus el Dios Omnipotente es solo una farsa? El amor te hace pagar grandes cosas, pero nunca pensé que llegaríamos a tanto.

Nadie era capaz de contradecirlo, nadie dijo nada más hasta que terminó la cena.

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Apolo [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora