Rayén
La hora de la representación ha llegado. Alex se colocó en un rincón junto a Hush, se arremangó dejando entrever un brazalete de gran tamaño, el cual abrió mostrando que era un computador muy pequeño. Desde su muñeca extrajo un cable con el cual se conectó a su robot. Luego, rápidamente, presionó unos botones y los ojos de Hush brillaron para trasformar virtualmente ese espacio seco y vacío en el jardín que tanto se anhelaba. Tuvo que explicarles a los niños y a mí que todo aquello era un holograma, por lo que no intentasen nunca subirse a alguno de esos árboles, aunque la verdad nadie le entendió y lo aprendieron por medio de la experiencia. Luego presionó otros botones y desde los brazos de Hush se originó una leve brisa y un agradable aroma que daba el toque perfecto a ese escenario.
Los niños estaban vestidos todos exactamente iguales, pero con distintos colores, los siete con uno distinto, tal como lo describía el viejo en sus anotaciones. Yo utilizaba un vestido hermoso, aunque realmente no me sentía muy cómoda entre tanta elegancia. Además, estaba sumamente nerviosa, puesto que tenía el papel protagónico en mi primera presentación, tal como me había indicado la anciana. Solo pude calmarme cuando Alex me entregó a mí y a todos unos pequeños transmisores, gracias a los cuales la anciana, cuyo nombre era Dorotea, nos daría las instrucciones y nos indicaría los diálogos.
-Disculpe señora- le interrumpió Alex, cuando ella se preparaba para probar los transmisores, -supongo que recuerda nuestro pacto.
-Quédate tranquilo, cuando terminemos esto yo misma te haré entrega del Visión Burst. La verdad es que no sé por qué motivo te afanas tanto en tenerlo.
-Leí en un libro que allí se encuentran las historias más antiguas. Digamos que soy un tanto curioso.
-Pero como tú lo has dicho, son historias, no vayas a creértelas y terminar como este viejo. Lo único que me da lástima es que vaya a perderlos a ustedes dos, realmente son excelentes miembros para la compañía.
-Nosotros seguiremos participando. Es entretenido, sabe, sin contar con que "Marcia" está muy contenta.
La anciana le sonrió y les indicó a todos que se pusieran en sus posiciones. Marcia había indicado que ya estaba cerca del lugar acordado.
-Espera...- se detuvo improvistamente Dorotea, -si tú estás aquí... ¿Cómo crearemos la ilusión de la tormenta de arena?
-Le pedimos ayuda a un amiguillo...
Marcia estaba vestida como una arqueóloga y seguida lentamente por un viejo de largos bigotes blancos, la mirada cansada y una mochila llena de planos y anotaciones. Ella le había explicado que había encontrado todas las pruebas que en ese lugar se encontraba el jardín secreto, pero que necesitaba corroborarlo junto al experto del tema. La sobrina que había mandado la carta se alegro mucho, pues tras estas palabras de Marcia al anciano le volvieron a brillar los ojos e inmediatamente se preparó para el viaje, recobrando esa energía perdida.
-Este es el sitio, las estrellas apuntan exactamente a este lugar.
-Ya lo sé- le contestó el viejo, -he estado aquí anteriormente, pero nunca he logrado encontrar la supuesta tormenta de arena que protege al jardín.
-Es que usted cometió un pequeño error... el jardín no está quieto en un solo punto... el jardín se mueve gracias a esa tormenta de arena... es algo extraño, no sé cómo explicarlo. Pero si mis cálculos no fallan muy pronto debería pasar por aquí...
Hizo un gesto y la tormenta se inició. Un poco más allá se inicio una tormenta de arena. Alex explicó que eso era gracias a un amigo suyo, Bóreas. En ese momento, frente a algo que a muchos puede causar temor, el viejo comenzó a derramar lágrimas de emoción y sin pensarlo dos veces, corrió hacia ella, siendo elevado y cayendo bruscamente. Al abrir los ojos lo contempló: el hermoso jardín por el que tanto había luchado por fin se encontraba frente a él. Quiso ponerse de pie, pero no pudo. Dorotea tenía razón, una pequeña ilusión da las energías suficientes como para cambiar la realidad.
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El camino del guardián.
FantasyEl reino en el cual tú habitas, humano, es conocido como Namonir, yo provengo de Olvacand. Asimismo, están Samyaza, la tierra de los demonios,; Ethiatum, un reino submarino muy avanzado tecnológicamente; Sylvarant, el mundo perdido; Kal'har, donde h...