NUEVO UNIVERSO (SUPERCORP)

Despierta, mi sol

Pov Lena

-Quiero verla- mire a Sam quien ya se había alejada de mi abrazo- ¿dónde está?

-Esta en el hospital Luthor, tu mamá tiene a los mejores médicos para ella.

Era reconfortante tener el apoyo que me estaba dando, Lillian Luthor salvando y ayudando a Supergirl ¿quién lo diría?

-Vamos entonces- me baje de la camilla y salí del área medica,  yo aún estaba en el DEO.

Bajo la mirada de algunos agentes salimos de las instalaciones. Sam conducía por las calles congestionadas, dada la hora muchos salían de sus trabajos. El silencio fue un compañero fiel hasta que llegamos al hospital, cada paso que daba me costaba más, era como si mis zapatos fuesen de hierro. Una enferma que esperaba nuestra llegada nos dirigió a el área privada de la familia, había desde consultorios de medicina general, sala de operaciones, hasta una unidad de cuidados intensivos. En la sala de esperaba estaban todos al parecer nadie se quería ir. Alex y Ruby estaban hablando y mirando por la ventana, la pelirroja tenía el brazo por los hombros de la pequeña. Mi madre y Eliza estaban en un sofá, Eliza estaba llorando sin consuelo alguno, apreté con fuerza la mano de Sam ya que no podía derrumbarme pero ver a la madre de mi novia en ese estado… hacía difícil seguir de pie. En unas sillas estaba Nia, Brainy y J'onn mantenían una conversación. Sentada en el suelo con las piernas dobladas y la cabeza en estás, estaba Drea.

-¿Quieres esperar?- preguntó Sam, quien se mantenía fuerte por mí, a ella también le dolía toda esta situación.

No tuve tiempo de responder, pues mi madre alzo su rostro y al verme camino hacia mí.

-Hija, ¿Cómo sigues?- no pude responder, solo cedi ante las lagrimas en sus brazos- Haremos todo para que ella este bien.

-Ma…madre, tú la viste- tenía esa imagen, y no era capaz de borrarla de mi mente- estaba muy mal.

-Pero ella volverá, te ama mucho como para no luchar.

-Quiero verla- dije limpiando mis lágrimas.

-Claro que sí, ¿Quieres ir sola o voy contigo?

-Creo que sola.

Al llegar a la sala, pude ver a todos de cerca, me brindaron algunas medias sonrisas.

-Señora Danvers- me senté a su lado para darle un abrazo.

-Lena, dime Eliza- dijo sonriendo, pero sus ojos mostraban la angustia y dolor de tener a su hija en el estado en que estaba- Gracias por estar para mi niña- tomo mi mano entre las suyas.

-Siempre estaré, yo la amo como nunca pensé amar a alguien, ella es mi vida.

-Me doy cuenta- algunas lágrimas empezaron a deslizarse por el rostro de mi suegra- ve a verla, que sé que eso es lo que quieres.

-Gracias- me coloque en pie, y sentí el piso moverse.

-Debes estar tranquila- dijo Drea que no sé en que momento ya estaba al lado mío sosteniéndome.

-Tomate esto- mi madre me paso una pastilla con un vaso con agua.

Me senté otra vez en el sofá, cerré los ojos y aún con todo el esfuerzo en vano llore un poco. La pastilla hizo efecto, me sentí más relajada, aún con un dolor en el alma, pero aislado de mi cuerpo físico.

Una enferma me guío hasta la habitación donde estaba el amor de mi vida, al entrar la vi en esa camilla, rodeada de monitores, cables por su cuerpo, y un tubo en su boca. Me acerqué y agradecí esa pastilla o no podría estar de pie al lado de ella.